Si saludaste y no te respondieron… No te preocupes, esas
personas no valen lo mucho que vale tu amable saludo…
Si dijiste “Dios te
bendiga” y tus palabras cayeron en el abismo de la indiferencia y el hielo
del olvido… No te preocupes, esos descreídos un día se verán frente a frente
con el Ser de los seres y más les valdrá no haber nacido.
Si dijiste “muchas
gracias” y las gracias y dones que imploraste al Dios de la vida para
aquellas personas, les pasaron desapercibidas como unas rosas lanzadas al
vacío… No te preocupes que nunca serán agraciadas en la vida ni los dones les
lloverán del cielo.
Si un día ofreciste un rostro amable y una sonrisa
sincera que recibieron en contraprestación una arisca espalda y un gesto de
crueldad; no te preocupes, que el camino de aquellas personas estará erizado
con las púas de la amargura y la hiel de la indiferencia.
Nunca
odies, perdona…
No
guardes resentimientos, prosigue tu camino…
Que
el Supremo Hacedor sabrá hacer lo suyo.
Madrid (Cundinamarca)
Julio 5 de 2013
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