TRAICIÓN
Por: Nabonazar
Cogollo Ayala
…La vida me enfrentó con el primer abismo
insondable
Y tú
estuviste ahí para decirme… “Tranquilo,
sigue adelante que yo te apoyaré siempre”…
Me confié en tus tranquilizadoras palabras
Y desafié las alturas con mi paso trémulo, en una
delgada y temblorosa cuerda…
La cuerda se estremeció y sentí que la profundidad
pavorosa me atraía
Alenté vértigo y sentí un miedo visceral dentro de
mí…
Voltee a mirar y constaté que yo estaba solo, te
habías ido…
Cuando retomé el rumbo de mi abandonada ruta
Mis pies me traicionaron y surqué los aires en mi
caída libre hacia las profundidades…
El viento azotaba mi rostro, conocí el terror y lo
que se siente aproximarse al suelo
Sin nada que amortigüe tu caída…
Aquel golpe brutal me enseñó a no confiarme en las
palabras tranquilizadoras
de nadie
Porque solo vine a la existencia y solo debo salir adelante…
Salí amoratado y golpeado, tanto física como
moralmente, de aquel profundo abismo, donde mi ingenua credulidad me había
llevado…
Y te hallé a la orilla del precipicio, sonriente
con rostro iluminado por tu alegría de volver a verme
¿Viste que era fácil salir de ahí? – Me dijiste
entonces
Con un rictus facial entre cínico y divertido…
Vi tu rostro y era el semblante mismo de la vida
Con toda su falsía, con todo su desengaño y su
dolor…
Nada te dije, me marché… pero desde entonces te
conozco y te mantengo a distancia… Tu nombre es TRAICIÓN.
Madrid (Cundinamarca), junio 3 de 2013
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