UN CANTO A CERETÉ
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
En
la ingrata lejanía más sentido es mi cantar
Por
la tierra de mis padres, por mi tierra celestial…
Es
hermosa cual matrona de la raza del Sinú
¡Imponentes
son sus glorias como un símbolo zenú!
Cuando
vuelva yo a sus lares, me hincaré con devoción
Ante
el suelo de mis padres, palpitante de emoción.
Y
veré a María Varilla revoleando en frenesí,
La
pollera que le brilla con destello carmesí.
La
cumbiamba resonante con magnífico vibrar
Va
sonando en mis oídos y me hace sollozar…
Y
alzo al cielo la mirada para ver un arrebol
¡Es
el mítico cacique que enfrentara al español!
Eres
tierra idolatrada la que nunca olvidaré
Palpitando
va en mis venas tu legado, Cereté.
Pregonando
va mi sangre que en tu seno yo nací
Si
me fui de tus praderas hoy me tienes ante ti.
Brilla
el sol con vivas luces cuando besa el pabellón
De
mi patria cereteana que es orgullo en la nación.
La
trazaron con el oro filigrana del ayer…
Con
el blanco en sus vacadas, con su verde renacer.
Los
muchachos de mi tierra son antorchas que al arder
Construyendo
van futuro con sentido del deber.
Es
por eso que mi canto con amante corazón
Va
diciendo a las alturas… ¡Cereteana es mi canción!
Madrid
(Cundinamarca)
Junio
16 de 2013
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