martes, 8 de julio de 2014

EL 20 DE JULIO DE 1810 Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Este humilde socio-drama lo escribí alguna vez para ser representado por mis alumnos, en una izada de bandera del 20 de julio que celebra la independencia de Colombia. Desde entonces se ha representado una y varias veces más. Aquí lo ofrezco a la disposición de cuantos puedan emplearlo para recrear en las tablas el magno acontecimiento de la independencia de nuestro país. Solo pido que se me dé el crédito. 
N.C.A.


EL 20 DE JULIO DE 1810
Sociodrama
Por: Nabonazar Cogollo Ayala


Listado de Personajes

1.    Virrey Antonio Amar y Borbón
2.    Virreina Francisca Villabona
3.    Antonio Nariño
4.    José María Carbonell
5.    El sabio Francisco José de Caldas
6.    José Acevedo y Gómez
7.    José González Llorente
8.    Antonio Morales
9.    Francisco Morales
10.                                                                                                                                                       Camilo Torres
11.                                                                                                                                                       Gentes del común: vendedores y clientes en la plaza pública,  vestidos con faldas largas (mujeres), con ruanas y sombreros (hombres).

ESCENA Nº 1

(Los patriotas: Camilo Torres, Antonio Nariño, Carbonell, Acevedo y Gómez y los hermanos Morales,  están reunidos el día jueves 19 de julio de 1810 en el Observatorio Astronómico a media noche. Preside la reunión el sabio Caldas)

EL SABIO CALDAS: ¡Caballeros! ¡Caballeros! No habléis tan alto que la guardia del señor Virrey nos puede escuchar. Está decidido: mañana hacia el mediodía los Morales van a ir a la tienda del español José González Llorente…

FRANCISCO MORALES: ¿Pero qué le decimos, Doctor Caldas? ¡Ese hombre es muy petulante y odia a todos los americanos! Quién sabe si nos reciba…

EL SABIO CALDAS: ¡Precisamente, hombre Francisco! De eso se trata. Vamos a aprovechar ese odio tan grande que nos tiene, para llegar con la excusa de cualquier cosa que lo saque de sus casillas…

ACEVEDO Y GÓMEZ: ¡Eso es! Díganle, por ejemplo, que si por qué no nos presta un florero de porcelana de Castilla, de esos carísimos que él vende ahí. Para adornar la mesa del agasajo que le vamos a brindar al patriota Don Antonio de Villavicencio.

(Todos los presentes se ríen divertidos)

EL SABIO CALDAS: ¡Cállense! ¡Cállense! Ríanse pasito que ahí parece que pasa un guardia (se asoma a una ventana y hace gesto de que se callen)

JOSÉ MARIA CARBONELL: ¡Maravillosa idea, José! No se te había podido ocurrir una mejor.

ANTONIO NARIÑO: ¡Si, claro! Eso es como mentarle la madre a ese pobre españolete de pacotilla… Le sacamos la piedra, los Morales lo muelen a palos…
EL SABIO CALDAS: Y aprovechamos para hacer una revolución con toda la gente de la plaza de mercado, para que el Virrey Amar y Borbón nos autorice la creación de la Junta de Gobierno que queremos…

CAMILO TORRES: ¡Listo señores! Quedó listo entonces. Francisco y Antonio (dirigiéndose a los Morales) ¡Yo veré! Que ese español se emberraque y ustedes le pelean; mientras Carbonell va y busca apoyo entre las gentes de la plaza…

ANTONIO MORALES: ¡Déjenoslo a nosotros, señor Torres, que mañana todo va a salir a pedir de boca!

EL SABIO CALDAS: Listo señores, que así sea… Tomemos entonces una copa y brindemos por el éxito de nuestros planes para mañana. ¡El Virreinato de la Nueva Granada será libre! (Alzando una copa hace el brindis)

EL SABIO CALDAS: ¡Por la libertad de las tierras de América! ¡Salud!

(Todos repiten, con la copa en alto: ¡salud! Toman el vino, luego se despiden y se marchan)

ESCENA Nº 2

(Al día siguiente 20 de julio, hacia el mediodía. Francisco y Antonio Morales llegan  a la tienda del español José González Llorente)

FRANCISCO MORALES: ¡Excelentísimo señor José González Llorente! Tenga usted un muy buen día…

JOSÉ GONZÁLEZ LLORENTE: ¡Buenos días caballeros! Sigan, están ustedes como en su casa. Díganme… ¿En qué se les puede servir?

ANTONIO MORALES: Pues, a decir verdad, primero, a presentarle nuestros respetos. Y segundo, a solicitarle un pequeño favor que estamos seguros, usted no nos va a decir que no…

JOSÉ GONZÁLEZ LLORENTE: ¡Siempre y cuando yo pueda, tenga la plena seguridad que no les negaré ese favor! ¿Cuál será?

FRANCISCO MORALES: Mire usted… el día de mañana o pasado estará llegando a la ciudad, procedente de Cartagena, el comisario regio Don Antonio de Villavicencio, quien viene con instrucciones de España a autorizar una Junta de Gobierno.

JOSÉ GONZÁLEZ LLORENTE: ¿Quién? ¿Ese renegado, que viene a apoyar a las juntas locales, en contra de la autoridad real del señor Virrey?

FRANCISCO MORALES: Serenémonos, Don José… déjeme y acabo de explicarle. Pues verá: Un grupo de patriotas en Santa Fe queremos agasajar a Villavicencio. Para ello venimos a pedirle prestado este hermoso jarrón de Castilla que tiene usted aquí…

(Lo toma y empieza a observarlo)

JOSÉ GONZÁLEZ LLORENTE: ¡Yo no voy a prestarles nada! Primero muerto, yo soy leal al señor Virrey Don Antonio Amar y Borbón… Es más, les digo algo: ¡Me cago en Villavicencio y en todos los americanos!  

(Le arrebata el jarrón a Francisco, el jarrón cae y se hace pedazos)

ANTONIO  MORALES: ¿Qué está usted diciendo, chapetón infeliz? Venga para acá y arreglamos esto de hombre a hombre…

(Lo agarra por la solapa y lo saca a empujones a la  calle, donde se ponen a pelear Mientras tanto Francisco corre a la plaza y le grita a la gente…)

FRANCISCO MORALES: ¡Auxilio! Vengan y nos ayudan… ¡Ese mal nacido del González Llorente nos ha insultado a todos! Dijo que se cagaba en Villavicencio y en  todos los americanos…

LA GENTE DE LA PLAZA: ¡Que muera González Llorente! ¡Que mueran todos los chapetones! Vamos a darle su merecido…

(Cogen palos y piedras y van hacia la tienda de Llorente. Se arma un tumulto de gente que grita: ¡Abajo Llorente! ¡Que viva la Nueva Granada! ¡Cabildo abierto!,  ¡Abajo los chapetones!)

JOSÉ ACEVEDO Y GÓMEZ:

(Sale al balcón de su casa, frente a la plaza de mercado y arenga a la gente diciéndoles…)

¡Pueblo de Santa Fe! Si no aprovecháis estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis pasar esta ocasión única y feliz… en menos de 12 horas seréis tratados como insurgentes. ¡Ved los grillos y las cadenas que os esperan…!

ESCENA Nº 3

(En el Palacio del Virrey: están ahí: el virrey y la virreina)

LA VIRREINA: ¡Escucha Amar, escucha! La gente se alborotó en la plaza mayor…. ¡Ahora están gritando ¡cabildo abierto! Están exigiendo la creación de una Junta de Gobierno! ¿Qué vas a hacer, Amar?

(Se asoma por la ventana y mira. Se lleva las manos a la cabeza)

EL VIRREY AMAR: ¡No sé Francisca, no sé! Esta maldita gente, toda esa miserable chusma está ahora en mi contra… ¿Qué voy a hacer?

(Llegan Antonio, Nariño y Camilo Torres)

ANTONIO NARIÑO: Señores Virreyes (hace una profunda reverencia) disculpen que entre sin anunciarme, pero es que la gravedad de los hechos lo impone. Mi señor Virrey… ya puede usted escuchar a la gente pidiendo la Junta de Gobierno… ¡No se puede usted seguir negando, señor Virrey!

EL VIRREY AMAR: ¿Pero cuál junta? Qué más gobierno que yo mismo… ¡Yo soy el Virrey de la Nueva Granada! A mí de España no me han llegado órdenes para crear una Junta…

CAMILO TORRES: ¡Mire señor Virrey! Sea usted razonable… España está invadida por Napoleón Bonaparte, el monstruo de los franceses. El rey está prisionero en Bayona por Bonaparte; quién está gobernando España es Pepe Botella…

EL VIRREY AMAR: Pero, a mí nadie me ha dicho nada…

ANTONIO NARIÑO: ¡No hay pero que valga, señor Virrey! El rey está preso y necesita de todo el apoyo de las colonias de América para su liberación.

CAMILO TORRES: Esa fue la razón que nos vino a traer don Antonio Villavicencio, el Comisario Regio. ¡Señor Virrey! A partir de este momento se empezará a formar en la plaza pública la Junta de Santa Fe…

LA VIRREINA: Pero señores… ¿Es verdad todas esas cosas tan terribles que cuenta ese tal Villavicencio? ¿No serán puras exageraciones?

ANTONIO NARIÑO: ¡No mi señora virreina! Ojalá lo fueran… el rey está preso en Bayona. Ya se formaron juntas de Gobierno en Cartagena, Quito, Caracas, Buenos Aires y México… ¡Debemos formar la nuestra para apoyar la expulsión de los franceses!

EL VIRREY AMAR: ¡Bueno, bueno… que sea como ustedes dicen! Que se forme la tal Junta. Pero lo que somos nosotros, Francisca y yo… ¡Nos largamos de aquí! ¡Francisca! Empieza a empacar, que temprano cogemos el camino de Honda y nos vamos hacia Cartagena y de ahí a España…

ANTONIO NARIÑO: Señores virreyes... Se les respetarán sus vidas. Pueden marcharse tranquilos que nadie atentará contra ustedes. El Gobierno de la nueva Junta lo garantiza…





ESCENA Nº 4

JOSÉ ACEVEDO Y GÓMEZ: (Dirigiéndose al público) Y ese día, en la Plaza Pública central, el cabildo abierto de Santa Fe, escogió entre los criollos y patriotas notables, los integrantes de la Junta de Gobierno de la Nueva Granada.

ANTONIO NARIÑO: (Dirigiéndose al público) El virrey y su esposa huyeron, aunque fueron abucheados al pasar por la plaza pública. Este fue el  primer intento de independencia que nuestro país vivió respecto de España.

JOSÉ  ACEVEDO  Y  GÓMEZ: (Dirigiéndose al público) En 1815, cinco años después, España nos reconquistó, pero el 7 de agosto de 1819 nuestra patria obtendría su independencia definitiva en la batalla del Puente de Boyacá.

 F I N

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