HOMENAJE A NABO COGOLLO GUZMÁN
Por:
Nabonazar Cogollo Ayala
Padre
mío si te marchaste a las regiones del ensueño
Nos
dejaste ese legado de tu ser dicharachero…
De
una vida dedicada a los caballos, por entero,
De
un ardiente trasegar entre parranda y poco sueño.
Héroe
ardiente de la anécdota picante que el empeño
De
un trabajo consagrado te fijara en el sendero
De
la límpida existencia, que labraste tesonero,
En
procura de un mañana de tus hijos, halagüeño.
Hoy
un ángel parrandero y cuentacuentos en el cielo
A
San Pedro lo distrae, canturreando el vivo anhelo
De
la tierra cordobesa que tú amaras con locura.
Con
vibrantes guacharacas y sonoros acordeones
Desperezas
las alturas, alegrando corazones,
Con
un grito de alegría que renace en tu alma pura.
Madrid
(Cundinamarca), noviembre 10 de 2013
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