LO QUE ALGUNOS COLEGIOS PRIVADOS LE DICEN A UNO DE
MAESTRO…
Por:
Nabonazar Cogollo Ayala
(1)
¡Comprometámonos
que el colegio es de todos!
COMENTARIO:
Pero el día que ya no lo necesitan a uno, de manera inmisericorde le van
diciendo: ¡El colegio entró en un proceso de reestructuración profunda, lo
lamentamos mucho, adiós… Le entregó usted sus mejores años de vida al colegio,
pero adiós, las personas pasan, las instituciones siguen.
(2)
Seamos
maestros investigadores, productores de conocimiento…. ¡Generemos el cambio
profundo en nuestra sociedad!
COMENTARIO:
Eso, yo al menos en lo personal, lo hago sin necesidad de estar vinculado a un
colegio (privado u oficial) específico. De hecho muchas personas leen mis
escritos, apólogos, poemas y reflexiones, en Colombia y fuera de ella.
(3)
¡Actualicemos
el material didáctico del colegio! Es nuestra obligación ineludible hacerlo
para optimizar la calidad de nuestras cátedras… Si no lo entregan tal día,
habrá memorando de llamado de atención, con copia a sus hojas de vida…
COMENTARIO:
Sí señores directivos, es mi obligación actualizar mis conocimientos, como
profesional docente lo sé. Pero yo tengo una vida familiar y no se puede
pretender que la limite, minusvalore o haga a un lado, en aras de obligaciones
extracontractuales, no remuneradas y sí exigibles, por una institución que exige
y exige, pero que poco da. Se privilegia el principio inequitativo de exigir
mucho y dar poco.
(4)
¡Profesor!
Déjese amoldar por la filosofía institucional. Modere su vocabulario, cambie su
forma de vestir, de caminar, de reír, de comer, de gesticular… etc. Llegará el
día en que ya será perfecto en nuestro amado colegio.
COMENTARIO:
Algunas instituciones educativas privadas –máxime las confesionales-, se
sienten con el discutible derecho de inmiscuirse en la vida privada y hasta
familiar de sus docentes, como si estos les pertenecieran y tuvieran plaquita
de inventario. Esto es inaudito y no debemos permitirlo jamás. Se debe hacer
respetar el derecho a la libertad de conciencia, a la libertad de expresión y a
la libre cátedra. Esos pensamientos neo medievales están condenados al
ostracismo, por su naturaleza lesiva en contra de las inobjetables libertades
del individuo, en el marco de las sociedades modernas y postmodernas.
(5)
Profesor,
usted debe tener los mejores equipos para sus clases… Adquiera su PC portátil,
su fotocopiadora de mesa, su módem de internet o plan de internet móvil
celular, su impresora de última generación, etc. ¡Ponga las herramientas
tecnológicas al servicio de su cátedra, para optimizar la calidad integral de
la misma!
COMENTARIO:
Sí señores directivos, bienvenida la sugerencia. Pero no deben ustedes olvidar
que el salario de un maestro es- al menos en Colombia-, el más pequeño recibido
por un profesional. Si se tienen que sufragar los gastos de una casa y de una
familia, es irrisorio pretender lo anterior. ¿El simbólico salario de un
docente, se espera que sufrague los ingentes costos de actualización
tecnológica? Eso no es justo con una de las profesiones más duras, mal pagas y
sacrificadas de nuestra desigual sociedad colombiana. Si soy el artesano de la
educación social, de la formación, de la transmisión generacional de saberes y
de todo el andamiaje cultural, ético y espiritual de la sociedad; lo menos que
puedo y debo esperar, es que se me suministre todo lo necesario para hacer bien
mi labor; no que cargue con su provisión y manutención, a costa de mi propia
hambre y la de mi familia.
¡Señores
maestros de Colombia y el mundo! Por la dignificación de la profesión docente,
hagamos sentir nuestra enérgica voz de protesta.
Madrid
(Cundinamarca), diciembre 12 de 2013
Creo que es verdad, los profesores no se pueden ver únicamente como una figura inamovible y deben reinventarse todo el tiempo
ResponderEliminarPues hombre, claro que sí, pero ese no es el punto. El quid del meollo es: ¿quién debe asumir los costos de la actualización tecnológica en las instituciones educativas? ¿Los maestros o las mismas instituciones? Ese es el punto. Evidentemente que el maestro debe cualificarse permanentemente, pero en el colegio no sería justo que se espere que él también asuma el costo de compra de un video beam, por ejemplo, que sabemos que no es barato precisamente. Ese es el punto. Gracias Juan David por su apreciación, un abrazo y que Dios lo bendiga,
ResponderEliminarClaro profe, y como colega puedo decir que con la excusa de que el maestro es el que se tiene que reinventar, las instituciones educativas o mejor dicho, quienes las dirigen, parece que no tienen que cumplir con ese mismo requisito... y menos cuando eso les significa inversión económica.
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