jueves, 30 de mayo de 2013

TRISTE QUE TE SIENTAS TRISTE (Poema)



Triste que te sientas triste…
Pero a veces es necesario
Para renovar la idea que tienes de ti mismo
O para sentir que renaces como la feliz corola aureolada
Que brota del bulbo de un tulipán…

Triste que te sientas triste…
Porque a veces duele
Como la cáustica gota de esperma derretida
Que lacera en un punto la palma de tu mano
Solo para recordarte que el fuego hiere y quema
Pero hace nacer vida nueva donde otrora un cadáver campeara…

Triste que te sientas triste
Pero del alma brota una cantilena de ensueños
Luego que la cascada lacrimal ha pasado y deja su salina huella
Solo para decirte: la vida sigue, no fenece en un momento de la senda
Que recorres florecida o sembrada por los cardos del infortunio

Triste que te sientas triste
Pero como todo en la vida, ya pasará…
Y devendrá en un dorado grano de arena
En el suave fluir de las arenas fluctuantes del tiempo
Que hoy te entristecen y mañana te darán sonoras y melódicas carcajadas…

Nabonazar Cogollo Ayala
Mayo 30 de 2013
Madrid (Cundinamarca)

domingo, 26 de mayo de 2013

CARTA DE UN EGRESADO A LOS DOCENTES PAULISTAS DE LA ACTUALIDAD


Muy apreciados y respetados docentes.

Un saludo fraternal de un docente en ejercicio igual que ustedes.
Tienen ustedes la grave responsabilidad de hacer de esos muchachos que llegan cada día a sus aulas hombres y mujeres de bien. Personas plenas y felices que den lo mejor de sí mismas a la sociedad en la cual han nacido y de la que indisolublemente forman parte. Motívenlos al máximo para que vean en las ciencias, el deporte y las artes, formas de vida palpitantes de gusto y emoción. No aburridoras cargas impositivas, hijas de un decreto del gobierno nacional. Enséñenles desde ahora que en la vida nada es gratuito y que todo se lo tendrán que ganar, luchando a brazo partido por las oportunidades, que normalmente se presentan una vez, nunca dos. Y que si las dejan pasar, otro más avezado que ellos vendrá y las aprovechará. Exíjanles al máximo, así ahora no lo entiendan porque su irreflexividad juvenil no les permite ver más allá de su corta experiencia de vida. La exigencia los formará para un mundo cruel y sin piedad, en donde deberán demostrar con hechos y no con palabras, los valores intelectuales y morales que como personas poseen. Enséñenles a enfrentarse a un libro, a traspasarlo de un lado al otro con su aguda capacidad comprensiva, a extraer de él la estructura profunda de su discurso y a no a quedarse en la mera superficialidad inmediata de las palabras que ocultan a primera vista la savia nutricia de la obra. Enséñenles que para criticar, primero deben conocer a fondo aquello que se critica. Que no hagan ellos lo de los árboles jóvenes que desarrollan muchas ramas y hojas y pocas raíces. Y luego, cuando viene el primer vendaval, caen derrotados al suelo fruto de su mucho crecer y su poco profundizar[1]. Enséñenles rigor científico en la formulación de juicios y que eviten las generalizaciones indiscriminadas, hijas de un desconocimiento craso de lo que se habla. Enséñenles que vale más un solo juicio, bien sustentado, que mil palabras hueras y vacías de contenido. Destierren de sus jóvenes almas cualquier forma de fobia, que los anclará a tierra con espíritu derrotista y de negación de la lucha, sobre el miedo irracional del “no puedo”. Como la aritmofobia (miedo a las matemáticas), lectofobia (miedo a la lectura), logofobia (miedo a las palabras o discursos), examinofobia (miedo a las evaluaciones), entre otras. Frases como: ¡Las matemáticas son difíciles! ¡Inferencias matemáticas solo las lograrán ciertas personas! Fomentan el miedo irracional hacia la ciencia de los números y el cálculo, lo cual a la larga es muy dañino y pernicioso para nuestros muchachos, evitémoslas al máximo, aun cuando las digamos por chiste. El subconsciente humano no posee sentido del humor y una frase destructiva como esa se grabará en él, a la manera de un pernicioso decreto que incidirá negativamente en el comportamiento posterior de nuestros alumnos. Y tendrá más fuerza si la decimos investidos con nuestra autoridad docente. Digamos en cambio… ¡Esto es fácil! ¡La lectura es muy agradable, no hay nada mejor! ¡Las matemáticas son facilísimas!, etc. Y acto seguido demostrémosles que es así, con un hecho concreto… Eso nunca en la vida se les olvidará. Enséñenles amor hacia su país y compromiso para con él. No hagamos lo de aquellos que creen que vivimos en el peor lugar del mundo y que el extranjero es el paraíso (xenolatría), porque esa forma de pensar no solo es falsa y enfermiza, sino que enajena a nuestros niños y jóvenes de su palpitante realidad inmediata y los niega de base. Formémoslos en el orgullo altivo e histórico de ser colombianos, personas trabajadoras, estudiosas, honestas y de bien; hombres y mujeres libres, no esclavos hincados ante un extranjero que nos niega y aplasta. Ya para concluir, enseñémosles que nuestro colegio es el templo del bien, de los valores éticos, de la ciencia, de las artes, del deporte y del estudio; en donde se forman personas integrales. La diferencia con los demás, solo ellos mismos la harán, porque Dios está en todos y cada uno de ellos, como un poderoso faro de luz que los conduce hacia la construcción y logro de su propia felicidad.

La misión es enorme, lo sé, pero entre todos y cumpliendo cada uno con la parte que le corresponde, la lograremos, para gloria de nuestro colegio, de nuestra patria y para mayor gloria de Dios.

Un abrazo.
NABONAZAR COGOLLO AYALA
Madrid (Cundinamarca), mayo 26 de 2013





[1] Ejemplo que solía enseñarnos el Reverendo Padre Gumersindo Domínguez Alonzo, en sus acostumbradas charlas bíblicas hacia los estudiantes, en el patio del Colegio Diocesano Pablo Sexto, hacia 1985, aprox. 

martes, 21 de mayo de 2013

DE LA ESTUPIDEZ


¿Qué es una estupidez grande en la vida?
Creer que todas las personas son estúpidas a excepción de ti, que tú eres inmejorable y que a falta de ti, el mundo andaría errante, acéfalo y sin rumbo…
¿Qué es más estúpido que creer a los demás estúpidos?
No aprender de los errores vividos, persistir en el error y ser parte de él tanto en sustancia como en esencia y en conciencia…
¿Cuál es la consumación de toda estupidez?
Pretender que el conocimiento humano tuvo inicio, desarrollo y fin contigo mismo, como punto culminante del saber de todas las épocas, culturas y mentalidades. Desconocer por tanto la historia y ponerte a reinventar la rueda, cuando ya otros han dicho lo mismo antes que tú y hasta de manera más elaborada, sabia y profunda...
¿Cuál es el origen y causa común de todas las estupideces?
Casarte con una única forma de ver y de hacer las cosas, en consecuencia, devenir en conciencia rígida, plana y monolítica, aferrada a un pasado ya superado parcial o totalmente. Esto es, pretender reconstruir y resucitar en el presente lo que es polvo fósil, años ha en el pasado. Vivir en el pasado por el pasado mismo.
¿Qué le sucede al estúpido cuando no cambia, no aprende la lección y no se adapta a los nuevos tiempos?
Deviene en pieza de museo, en trebejo inservible y en firme candidato al basurero de los seres e ideas ya obsoletas. Obsolescencia que desactualiza la esencia de lo que no interpreta el ser y el querer de los actuales tiempos.
¿Qué es entonces, ser estúpido?
Es un estado pasajero y normal en cualquier conciencia humana, producto de la inexperiencia, la ingenuidad, la desatención o la falta de pericia. Estado del cual normalmente se sale y se derivan las consecuentes lecciones para evitarlo en el futuro. Lo anormalmente estúpido es que éste devenga en estado permanente y consustancial con la propia persona.
¿Todos alguna vez hemos sido entonces estúpidos?
El que nunca jamás lo haya sido, que tire la primera piedra contra el paredón de los estúpidos casuales y de los estúpidos permanentes.

Nabonazar Cogollo Ayala
Madrid (Cundinamarca)
Mayo 12 de 2013
Colombia



domingo, 12 de mayo de 2013

¿QUÉ SON LAS MADRES? (Poema)


Ellas son la esencia misma de la vida,
Que un día, en el paroxismo del dolor y del espasmo, dotaron de existencia al fruto de su amor, en el colmo de una dicha que nunca jamás las abandonará en la vida…

Son desvelo abnegado ante la enfermedad que se doblega, por los cuidados solícitos de esa mujer que anhela ver a su niño saltando y corriendo sano otra vez…

Son regaño y corrección oportuna, la palabra dicha a tiempo, la mano sabia que detiene el despropósito, el criterio maduro que orienta y la palabra de consuelo que alivia y revitaliza fuerzas…

Son las más leales confidentes de los dolores, penas y sufrimientos, de esos jóvenes retoños que sufren lo indecible, en sus primeros escarceos ante la vida…

Son abuelas tiernas y consentidoras que se enloquecen con las mejillas de los hijos de sus retoños, a los cuales defienden de reprimendas y castigos, a quienes se ganan con un dulce y de quienes se hacen eternas cómplices de sus travesuras y juegos…

Son la memoria que nunca olvida, la flor perenne sobre la tumba del hijo que se ha marchado, la fotografía amarillenta en el álbum familiar y la mejor de las rosas en el rosal que ofrece pétalos tintos en la sangre de la eterna y viva existencia…

Las madres son ángeles guardianes enviados por Dios a la tierra, para velar con su vida misma, por el fruto de la existencia de esos hijos que son carne de su carne y sangre de su sangre…

¡Dios las bendiga hoy y siempre, como madres, esposas, abuelas y tías!

Nabonazar Cogollo Ayala
Madrid (Cundinamarca), mayo 12 de 2013 

sábado, 11 de mayo de 2013

CLASE ABURRIDA (Diálogo poético)


-Profe… ¡Cuéntenos un chistecito!
-¡No hijo, no puedo! Debemos hacer clases…
-Pero ¿Por qué no?
- En la vida no todo es chistes y aquí se le forma a usted para afrontar la vida, no para asumirla con aire festivo e irresponsable…
-¡Su clase me parece aburrida!
-Me parece bien que así sea, para que se vaya acostumbrando…. ¡De puertas para afuera usted se enfrentará con un aburrido jefe! ¡Con el aburrimiento de tener que pagar las facturas de los servicios públicos! ¡Con el aburrimiento de tener que responder por unos hijos! Y en suma con el aburrimiento de asumir una carga diaria de normas y obligaciones que pocas veces o ninguna le consultaron a usted…
-¡Ay profe, no sea usted aburrido!
-¡La vida tiene mucho de aburrida y eso no lo decidí yo ni lo puedo cambiar! Debo formarlo a usted para el duro y exigente vivir… ¡Pongámonos a trabajar ya! En ello consiste una buena parte de la responsabilidad y del empezar a tallar nuestra personalidad con el duro e hiriente escoplo de la diaria exigencia, que quita del tosco leño de nuestra personalidad, lo inútil, lo que sobra. Y deja lo valioso y pulido, a la manera de una bella escultura…
-No le entendí eso último profe…
-Ya lo irá usted entendiendo en el diario trasegar, hay cosas que solo se entienden y se aprenden conforme se van viviendo… ¡La mejor maestra que yo conozco es la vida misma!

NABONAZAR COGOLLO AYALA
Madrid (Cundinamarca), mayo 11 de 2013



lunes, 6 de mayo de 2013

¡LEVANTA, PELAYO, LEVANTA!




(Poema de efeméride)
En homenaje a los 236 años de la fundación
del municipio de San Pelayo, Córdoba
Mayo 6 de 2013

¡Levanta, Pelayo, levanta!
Tu canto fiestero hacia el viento,
Con gaitas y un gran sentimiento
Sonora es tu limpia garganta.

¡Tu canto las penas espanta!
Tu limpia  bandera la siento
Latente en el pecho, contento…
¡Tu pueblo cantor se levanta!

Si un día La Torre y Miranda
Llegó a tus orillas, sediento[1]
¡Se fue satisfecho!... El portento
Sublime en tu suelo le agranda.

¡Tu tierra es tesoro y bonanza!
Y en toda Colombia, tu acento
Se escucha como un monumento
Que invita a cantar tu esperanza.

¡Resuenen trompetas!... Que alcanza
El alma a encenderse en el pecho…
¡Pues ser pelayero es derecho
Que llega hasta el sol en su andanza!

¡Levanta, Pelayo, levanta!
Tu canto fiestero hacia el viento…
¡Por ti mi gentil sentimiento
Palpita en tu honor y te canta!

Nabonazar Cogollo Ayala
Madrid (Cundinamarca)
Mayo 6 de 2013

(Homenaje sentido de un cordobés en la lejanía)







[1] Don Antonio de la Torre y Miranda, fue un militar, ingeniero y urbanista español, quien fundó el día 6 de mayo de 1777, el poblado de SAN PELAYO, a escasos dos kilómetros del río Sinú y repartió solares en una amena explanada aluvial apta para el cultivo y la vida humana, a 1475 personas repartidas en 276 familias. El patrono eclesiástico fue San Pelayo de Córdoba, niño mártir español muerto por los árabes, cuya fiesta se celebra anualmente el día 26 de junio, fecha de su cruento sacrificio.  

domingo, 5 de mayo de 2013

TRABAJO IGNORADO (Soneto alejandrino)


Por: Nabonazar Cogollo Ayala
Al periodista Domingo Rosso Aguas

Hacer un ensayo de historia es muy duro
Implica consultas de infolios de ayer…
Mil horas hurgando entre libros por ver
Si es cierto ese dato que ofreces seguro.

Y notas y búsqueda… ¡Nada aseguro!
La historia respalda su fiel proceder…
Con fiel palimpsesto que habrás de poseer,
En aras de ciencia y rigor más maduro.

Si todo eso hiciste, ese fruto logrado
Que alzóse esplendente del huerto aromado
Y ofreces al mundo orgulloso y febril…

Jamás querrás ver que te fuera ignorado
Quizás por espacio o por tiempo pasado,
¡Porque de tu esfuerzo surgió juvenil!

Nabonazar Cogollo Ayala
Madrid (Cundinamarca), mayo 05 de 2013 



sábado, 4 de mayo de 2013

A QUIÉN LE ENSEÑARON… (Poema deontológico)


Por: Nabonazar Cogollo Ayala

¿A quién le enseñaron cómo ser buen padre? ¡A nadie! Eso se aprende por ensayo y por error…
¿A quién le enseñaron como ser buen hijo? ¡A nadie! Eso se aprende por decepción y re enamoramiento de nuestros viejos…
¿A quién le enseñaron a dar buenos consejos? ¡A nadie! Eso se aprende espontáneamente luego de la primera caída estrepitosa por la escalera de la vida…
¿A quién le enseñaron que el peor consejo es el que no se aplica? ¡A nadie! Eso lo dedujimos luego de estrellarnos contra la vida, a pesar que los padres nos dijeran mil veces… ¡No lo hagas!
¿A quién le enseñaron que deseo y amor no siempre van de la mano? ¡A nadie! La peor consejera fue la piel juvenil y el mejor orientador fue el tiempo envejecedor…
¿A quién le enseñaron que gusto y nutrición no siempre van juntos? ¡A nadie! Eso lo aprendimos el día que en nuestra mesa no hubo nada que comer… ¡Ni siquiera esa aborrecida comida que tanto nos disgustaba!
¿A quién le enseñaron que vida y muerte son dos caras de una misma moneda? ¡A nadie! Eso surgió en nuestro interior el día que nos dijeron… ¡Te queda tanto tiempo de vida! 

Madrid (Cundinamarca), mayo 1° de 2013
República de Colombia


  

miércoles, 1 de mayo de 2013

MAESTROS Y PADRES: ¿EDUCAMOS CON RESPONSABILIDAD PARA LA RESPONSABILIDAD? (Artículo pedagógico)



Educar y formar niños y jóvenes, responsablemente  para la responsabilidad, en una época en que la macro tendencia general es la irresponsabilidad, la vida relajada sin mayores compromisos (cultura light) y el facilismo en suma, es una tarea ciertamente difícil. Más de un padre de familia alcahueta se siente herido cuando a su hijo o hija se le pone una mala nota, luego que pretendiera que le recibieran un trabajo, que debía entregar en cierta fecha y que por razones no contempladas en el Manual de Convivencia, no entregó. Por ejemplo… “Se me olvidó por completo…”, “Yo sí lo hice, fue que se me quedó…”; “Era que tenía que entregar trabajos urgentes de otras asignaturas…”, etc.  Ante semejante desacierto de  excusa, el maestro le hizo una reflexión a su alumno sobre el valor de la responsabilidad (traducido en este caso concreto en la puntualidad y el cumplimiento) y optó por decirle… “Hijo, lo lamento pero había una fecha fija para entregar ese trabajo. Lo que planteas no es una excusa válida para el colegio. Recuerda que éstas siempre deben estar respaldadas por documentos médicos o de certámenes en los que actuaste representando al colegio, si ese fue el caso. Espero que tu próxima nota sea mejor que esta. Buen día”. 

Una vez el chico llegó a casa, con su trabajo no recibido, la madre o el padre se ponen furibundos y hablarán entonces de… “¡Desconsideración! ¿Así es como motivan a mi hijo en el estudio? ¡Esto es una injusticia!” Y en los casos más extremos hasta hablarán de “Persecución, tortura sicológica” y no sé qué otros despropósitos más, que su mal entendido sentido paternal o maternal les dictarán.  Ante estas pseudo razones, el chico sentirá que lo que hizo estuvo bien y que está siendo objeto de una terrible injusticia de parte de un maestro dinosáurico, incomprensivo, injusto, cruel y perseguidor, que probablemente actúa movido por algún tipo de animadversión personal, siniestra e inconfesable, hacia el muchacho…

¿Esto es educar para la responsabilidad? Sí lo es de parte del maestro que exige y hace valer una norma previamente socializada y establecida; avalada además por la legislación tanto institucional como nacional en materia educativa. No lo es de parte  del padre permisivo, que considera que el mundo debe andar haciendo salvedades y excepciones para su hijo, porque de alguna manera “mi muchacho siempre estará asistido por la razón, la ley y la justicia”, lo cual no siempre es cierto, aun cuando quizás sea lo deseable. Los padres consentidores hacen mucho daño en nombre del amor, de un amor permisivo y mal entendido. No coadyuvan a formar sino a deformar. Y a la vuelta de unos años entregan al país a unas personas adultas, formadas en un irreflexivo medio donde la laxitud y la irresponsabilidad más abierta y olímpica, echaron poderosas y profundas raíces en sus nacientes personalidades. Tarde que temprano esos males prohijados desde la propia casa, se vuelven contra el padre de familia que los alimentó y muy tarde echarán de ver su error… Pero para entonces… ¡Cuánto daño han hecho y permitido ya, sin quererlo y en nombre del amor! La educación para la responsabilidad implica que el docente sea muy ético y profesional en sus actuaciones y decisiones, las cuales deben estar ajustadas a justicia, ley y derecho; y que sean susceptibles de ser auditadas en cualquier momento. Que el alumno entienda el resultado de sus propias acciones, así le resulten incómodas o pesadas de aceptar. Y que el padre de familia entienda que se está formando el temperamento y el carácter de su hijo, quien debe entender también que todo acto tiene una consecuencia, muchas veces ineludible, la cual deberá asumir, llegado el caso. EDUCAR PARA LA RESPONSABILIDAD implica ciertas dosis muy medidas de dolor y de sacrificio, que arrojarán como resultado, una persona madura, seria y objetiva, entrenada en enfrentase a un mundo que no hace concesiones por razones personales, socio familiares, de estrato socio económico, de apellido o de afectos, entre otras variables sui generis.  El día que los distintos actores así lo entiendan y acepten, la gran ganadora será la patria colombiana, porque tendremos a los egresados más responsables del mundo, cimentadores de la verdadera y genuina nacionalidad.


Madrid (Cundinamarca), mayo 1° de 2013
República de Colombia