FRESTON Por: Nabonazar Cogollo Ayala

FRESTON

Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Don Quijote se levantó aquella mañana...
Con la idea fija en mientes 
De la trágica persecución de su archienemigo Freston
-Terrible hechicero que desde las tierras del Norte 
Habría urdido sórdido plan contra la fuerza indomeñable de su brazo-

Don Quijote se levantó aquella mañana
Y de los campos de Montiel, en la explanada atrayente
Lanza en ristre marcha a lomos de su corcel Rocinante...
Contra Freston hecho brazos. Ogros mil que ya se agitan
En la lívida llanura como un solo y cruel gigante...

Y espolea el noble bruto que retuerce de dolor
Al embate que la locura en su innoble frenesí
Hace espuela y hace viento que se lanza contra el mundo;
¡Aspas hechas brazos, techos hechos rostros contraídos!

Con el rictus de fiereza
Que viera Don Quijote en los rostros enemigos
Del artero e infame Freston que se empeña en detenerlo...

Don Quijote se levanta aquella mañana
Y hecho ráfaga de viento que se lanza contra Freston...
Hecho lanza sobre el lomo envejecido de la bestia...
Da de lleno contra el sólido embatir de los molinos...
-¡No son monstruos!- dice Sancho con su lógica supina
¡Don Quijana!... ¡Son molinos!... dicta el alma campesina
Del marido de Teresa, que no logra detener
De aquel loco de ideales la carrera embravecida...

Don Quijote se levanta aquella mañana
Da de lleno contra el mundo que no marcha paralelo
Con los locos ideales de sus íntimos anhelos....
Sus costillas. Rocinante.... ¡Todo, todo se lo dictan!
Don Quijote habita un mundo donde mueren los ideales
De los viejos caballeros de los tiempos medievales.

Madrid (Cundinamarca) Colombia

12/6/2005