sábado, 11 de octubre de 2014

LA FILOSOFÍA DEL CARPE DIEM Por: Nabonazar Cogollo Ayala



LA FILOSOFÍA DEL CARPE DIEM
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
¡Aprovechemos al máximo cada minuto de nuestra existencia! Cada minuto que se nos escapa como agua entre los dedos, es un minuto menos de vida y uno más que nos aproxima a la muerte. La filosofía del Carpe Diem enseña a pensar positivamente en la muerte, nunca de manera negativa. ¿Cómo así? Si somos conscientes que nuestra vida puede llegar a su fin en cualquier momento… ¿Para qué amargarnos la existencia porque el señor de la buseta no nos devolvió cincuenta pesos? ¿Por qué hacernos infelices si alguien dejó de saludarnos, nos hizo un mohín de disgusto o simplemente nos ignoró? ¡Eso es intrascendente! Lo verdaderamente trascendente es que seamos felices y que nos gocemos esta vida al máximo, de manera constructiva y labrando nuestra felicidad y aportando a la de los demás. ¿Para qué llorar ante un examen perdido? Ya tendremos oportunidad de recuperarlo ampliamente y de demostrarnos a nosotros mismos que nada ni nadie nos derrotará.  La derrota definitiva es aquella en la que dejamos de luchar. Si perdimos la partida una y otra vez, otras tantas veces debemos recomenzar… ¡Eso también es Carpe Diem! ¡Vive! Demuestra que estás vivo y que lucharás hasta el último momento de tu vida por las metas que harán tu felicidad. La inercia, el desgano, la pereza y la inactividad son para las piedras, para las losas, para las baldosas, nunca para los seres humanos. La esencia del ser humano es el dinamismo, la lucha constante, la movilidad y la animación; nunca la inacción ni la quietud.

¡Vive tu vida plenamente! La vida plenamente vivida es la esencia del Carpe Diem. Esto no quiere decir sepultarnos en los vicios ni en los placeres mundanos, no.  La filosofía del Carpe Diem enseña la construcción de la propia vida, de la propia persona, nunca su destrucción. Extasíate en la belleza de la naturaleza, en el canto melodioso de los pajaritos, en la belleza incontrastable de los atardeceres rojizos, en las charlas amenas con tus amigos, en la hermosura de una exquisita melodía, en las delicias de un sano juego… Gózate al máximo cada momento vivido con tus seres queridos, exprésales con hechos concretos cuánto los amas, nunca lo aplaces porque no sabes cuánto tiempo los tendrás contigo. ¡Eso es Carpe Diem! Los bellos campos de rosas te dicen… ¡Carpe Diem! El cielo azul zafiro te llama en su afán de inmensidad y te grita… ¡Carpe Diem! La aguja de las torres de las altas catedrales lanzadas contra el cielo te gritan… ¡Carpe Diem! Aprovecha, aprovecha al máximo cada minuto de tu existencia, llénalo con vivencias hermosas, plenas, maravillosas; nunca con la escoria del desgano, de la pereza, del odio, la ira o el resentimiento… ¡No! La vida es demasiado valiosa como para desperdiciarla impunemente. Que tu lema de vida sea ¡Carpe Diem!

Madrid (Cundinamarca), octubre 27 de 2013


2 comentarios:

  1. Desde diferentes puntos disciplinares de vista hay al menos 3 lecturas del principio ético del CARPE DIEM. Veamos al menos tres (Que no son los únicos):

    (1) Vive al máximo cada minuto de tu existencia, porque puede ser el último. Llena cada minuto de tu vida con el máximo de felicidad posible. (Principio del hedonismo pos socrático). En las obras de Epicteto es bastante notoria este lectura.

    (2) Toma el máximo de la belleza y gracia que las cosas bellas tienen, mañana serán ruina y escoria; la belleza es efímera (principio estético-temático del barroco literario). En los poemas de Góngora es recurrente es principio.

    (3) Aprovecha cada momento de tu vida, porque la muerte te persigue. La muerte es ineludible. (Principio del clasicismo renacentista italiano). Las obras picto-escultóricas de Miguel Ángel y de Leonardo admiten esta lectura, entre otros artistas renacentistas peninsulares.
    La tradición filosófica occidental revalora el célebre aforismo latino de las Odas de Horacio en la línea del pensamiento hedonista neoplatónico, del cual se nutrieron Horacio y el emperador Marco Aurelio, entre otros autores romanos.

    N.C.A.

    ResponderEliminar
  2. Hoy soy, y estoy ,cuando la muerte llegue yo me voy ,por lo tanto ¿por que temerle? cuento solo con un instante a la vez y eso es mucho ,mas allá de los principios envueltos en el carpe diem,la vida es hermosa,porque hoy la elijo ,no siempre fue así,ahora si,voy a seguir tus artículos ,gracias por subirlos .

    ResponderEliminar