miércoles, 30 de diciembre de 2015

HIMNO DEL PIRATA (O Canción del pirata)

BUQUE ESCUELA GLORIA
ARMADA REPÚBLICA DE COLOMBIA

HIMNO DEL PIRATA

-1-
Soy pirata y navego en los mares
Donde todos respetan mi voz.
Soy feliz entre tantos azares
Y no tengo más leyes que Dios. (Bis)

CORO
¡Viva la mar! ¡Viva la mar!

-2-
A la luz de la pálida luna
En un barco pirata nací.
¡A bogar! fue la voz que en mi cuna
Escuchando a mi padre aprendí. (Bis)

CORO
¡Viva la mar! ¡Viva la mar!

-3-
De la guerra los crueles horrores
En silencio me hacía contemplar.
Cuantas veces me dijo: ¡No llores!
¡Los piratas no saben llorar! (Bis)

CORO
¡Viva la mar! ¡Viva la mar!

-4-
Cuando niño a rezar me ponía
Y mi madre empezaba a cantar.
Era tanta mi dulce alegría
Que no hallaba más dicha que el mar. (Bis)

CORO
¡Viva la mar! ¡Viva la mar!


 Letra y música: De autor anónimo.

NOTICIA HISTÓRICA[1]: En algunos departamentos de la costa atlántica colombiana se entona esta canción a modo de canción de cuna, siendo altamente apreciada desde hace muchos años atrás. Se la conoce popularmente como LA CANCIÓN DEL PIRATA. Esta bella canción ha sido difundida en los institutos navales colombianos de Coveñas (Sucre), Cartagena (Bolívar) y Barranquilla (Atlántico), respectivamente, en los que se enseña a los cadetes. Tengo noticia que también se canta en las armadas guatemalteca y ecuatoriana, respectivamente.  Se ignora quién o quiénes puedan ser sus autores.

1. EDICIÓN MÁS ANTIGUA DE QUE SE TENGA NOTICIA. La CANCIÓN DEL PIRATA O HIMNO DEL PIRATA fue publicada (letra y música) en el CANCIONERO ESCOLAR de la BIBLIOTECA ALDEANA DE COLOMBIA, por parte del gobierno nacional, entre los años 1934 a 1947.

A su vez el CANCIONERO ESCOLAR fue incluido en dicha obra, retomado en edición facsimilar, de un cancionero publicado en Colombia en 1880, titulado así: COLECCIÓN DE CANCIONES FÁCILES PARA EL USO DE LAS ESCUELAS DEL ESTADO DE BOYACÁ; de la autoría de don Carlos M. Torres (profesor en la Escuela Normal de Institutores de Tunja). Agosto de 1880, imprenta de Gómez e Hijos. Precio del libro: 46 centavos, 16 páginas.

2. UNA DE LAS EDICIONES RECIENTES. La CANCIÓN DEL PIRATA O HIMNO DEL PIRATA fue publicada recientemente en el libro de texto de cívica y valores éticos, titulado: El ciudadano colombiano, de la autoría del Hermano Florencio Rafael de la Salle, bajo el sello de Editorial Stella, que se ubicaba en la carrera 6° # 10-40, ciudad de Bogotá, en el año de 1955. La CANCIÓN DEL PIRATA O HIMNO DEL PIRATA fue insertada entre las páginas 327 y 328, tal y como se reproduce en el presente texto.

3. VERSIÓN GRABADA, POR EL CORO DE CADETES CON ACOMPAÑAMIENTO DE BANDA MARCIAL DE EL HIMNO DEL PIRATA. En el año 2015 (14, 02), se publicó en YouTube el HIMNO DEL PIRATA, en una bella e impecable versión vocalizada, con acompañamiento de banda militar, realizada por el coro de cadetes de la Escuela Naval José Prudencio Padilla, de la ciudad de Cartagena de Indias (Colombia). Con lo que se rescata para el público actual esta bella pieza musical popular en Colombia y otras naciones latinoamericanas, desde hace más de 100 años. Es la versión cuyo video arriba ya fue insertado. 

4. PARTITURAS PUBLICADAS EN LAS OBRAS AQUÍ MENCIONADAS:

FUENTE: BANCO DE LA REPÚBLICA. Cancionero Escolar- Biblioteca Aldeana de Colombia. Ediciones Banco de la república, Bogotá (Colombia), 2012. (Edición facsimilar). Páginas 31 y 32
FUENTE: El ciudadano colombiano, de la autoría del Hermano Florencio Rafael de la Salle. Editorial Stella. Bogotá (Colombia), 1955. Páginas 327 y 328.








[1] Investigación adelantada en el año 2015 por Nabonazar Cogollo Ayala. Autor así mimo de los textos y notas explicativas.
[2] BANCO DE LA REPÚBLICA. Cancionero Escolar- Biblioteca Aldeana de Colombia. Ediciones Banco de la república, Bogotá (Colombia), 2012. (Edición facsimilar)

martes, 29 de diciembre de 2015

HERMOSA SOBERANA (Antiguo himno nacional de Nicaragua)


HIMNO NACIONAL DE NICARAGUA
(Antiguo)

-1-
Hermosa soberana
Cual sultana, Nicaragua,
De sus lagos al rumor
Ve en sus hijos denodados
Los soldados del honor.
-2-
Siempre libre y hechicera
Su bandera ve flotar,
Y apacible se reclina
Cual ondina de la mar.
-3-
Orgullosa cual deidad
Muestra altiva el noble pecho
En defensa del derecho
Y su santa libertad.

Letra: Autor anónimo.
Música: Alejandro Cousin (compositor de origen belga[1]).




NOTICIA HISTÓRICA: En el año 1917 un autor colombiano, ERNESTO MURILLO, publicó en la ciudad de Bogotá una obra antológica particularmente valiosa titulada EL LIBRO DE LOS HIMNOS. En las páginas 48 a 50 de dicha obra se incluía el himno arriba reproducido, entonces vigente como HIMNO NACIONAL DE NICARAGUA, según aparecía en dicha publicación.

Al parecer este fue el himno patrio oficial del país centroamericano durante el gobierno del General José Santos Zelaya, desde 1893 hasta 1909. La Asamblea Nacional habría aprobado el texto como himno en el mencionado año 1893, mes de septiembre. Obra hímnica esta que aun después de Zelaya seguiría fungiendo como Himno Nacional Nicaragüense.

En el año 1918 se convocó a un concurso para escoger el nuevo himno nacional de Nicaragua. Hermosa soberana había caído en desgracia desde 1910 debido a la derrota de la Revolución Liberal. El General Zelaya había sido obligado a renunciar a la presidencia desde el año 1909 luego que fuerzas norteamericanas intervencionistas invadieran el país.


El nuevo himno elegido fue SALVE A TI, cuyo texto fue escrito por el poeta Salomón Ibarra Mayorga. El himno fue escrito en 1918 cuando tropas norteamericanas invadían Nicaragua.

El HERMOSA SOBERANA es en la actualidad el Himno del Partido Liberal Constitucionalista de Nicaragua. No se sabe a ciencia cierta quién escribió su texto. Se cree que fue el poeta Rubén Darío. Una versión distinta afirma que fue la poetisa colombiana Julisa de Zubiría.

La partitura de HERMOSA SOBERANA, es la siguiente, según la publicación de ERNESTO MURILLO en 1917. Veamos:

Página 48

Página 49

Página 50














[1] Suegro del general Zelaya. Director de la Banda de los Supremos Poderes de Nicaragua. 

lunes, 28 de diciembre de 2015

LA REVISTA (canción patriótica colombiana)



LA REVISTA
(Poema patriótico colombiano)

Por: Rafael Pombo
                                                                                                           
-1-
¡Adelante valientes muchachos!
Suenen cajas y trompas y cachos;
Bata el viento los rojos penachos
Vista al frente y al hombro el fusil.
¡Adelante cachorros intrépidos!
¡Rataplán, rataplán, rataplín!
-2-
Pero al ver a este viejo soldado
Que le dio media pierna al Estado
Y quedó sin fortuna y baldado
Porque el pueblo viviera feliz,
Presentadle las armas, dad vítores
Y la palma del triunfo batid:
¡Rataplán, rataplán, rataplín!
-3-
Suplicadle que cuente la historia
De esos días de muerte y de gloria,
Lanza y fuego, derrota y victoria,
Hambre y sed y aventuras sin fin.
Y que pase revista al ejército…
¡Rataplán, rataplán, rataplín!
-4-
¡Adelante marchad veteranos!
Pero nunca enrojezca esas manos
Pura sangre de amigos y hermanos,
En la interna, sacrílega lid.
Y la furia guardad y la pólvora
Contra el que ose la patria invadir.
Y entonces sí:
¡Rataplán, rataplán, rataplín!

Letra: José Rafael de Pombo y Rebolledo
Música: Anónimo

FUENTE: F.T.D. Colombia: el arte de la lectura, los departamentos y sus riquezas, historietas y recitaciones escolares. Libro tercero de lecturas. Editorial Champagnat. Bogotá (Colombia), 1950. Páginas: 49 y 50

RAFAEL POMBO
(Bogotá, 7 de noviembre de 1833 – BogotáColombia5 de mayo de 1912)
Fue un escritorpoetafabulistatraductorintelectual y diplomático colombiano.
El poeta de Dios, la patria y los niños en Colombia.

La partitura de este poema-canción patriótico, que casi se convierte en Himno Nacional de Colombia a comienzos del siglo XX, es la siguiente: 




FUENTE: F.T.D. Colombia: el arte de la lectura, los departamentos y sus riquezas, historietas y recitaciones escolares. Libro tercero de lecturas. Editorial Champagnat. Bogotá (Colombia), 1950. Páginas: 49 y 50


sábado, 26 de diciembre de 2015

HIMNO A LA BANDERA DE COLOMBIA

BANDERA TRICOLOR COLOMBIANA
(Notas y comentarios explicativos por Nabonazar Cogollo Ayala)

HIMNO A LA BANDERA DE COLOMBIA
-Coro-
¡Salve sagrada bandera!
De valor emblema un día,
Salve de la patria mía
Estandarte tricolor…
¡Permíteme que lleno de entusiasmo
Al mirar tu escudo hermoso,
Me lleve al tiempo glorioso
De nuestra emancipación!

-1-
Para verte siempre alzada
Siempre cubierta de gloria,
Siendo signo de victoria,
De valor y de altivez.
Para verte vencedora
Y honrada por doquiera…
¡Oh sacrosanta bandera!
Y postrarme ante tus pies.

(Coro)

-2-
En alas de mi entusiasmo
Noble bandera te veo,
Inspirada en San Mateo
De heroísmo sin rival…
Cuando envuelto en tus colores,
Pintados en densa nube
Ricaurte[1] a los cielos sube
¡Proclamando libertad!

(Coro)

-3-
Sobre una escarpada roca
Que corona la montaña
Se lucha con tanta saña
Que nos infunde pavor.
Mas no hay miedo, no hay peligro
Porque está a vencer resuelto
Y va en tus pliegues, envuelto,
¡Atanasio Girardot![2]

(Coro)

 LETRA Y MÚSICA: Maestro Carlos Vieco Ortiz

Maestro
Carlos Vieco Ortiz
Excelso compositor y músico colombiano
quien puso su vena artística al servicio del ideal patriótico nacional.
(Medellín, Antioquia; 14 de febrero de 1900. Medellín, Antioquia, 13 de septiembre de 1979)

EL SACRIFICIO HEROICO DE ANTONIO RICAURTE
FUENTE: HERMANO FLORENCIO RAFAEL DE LA SALLE. El niño patriota. Eds. Librería Stella. Bogotá (Colombia), 1965. Pág. 38
EL SACRIFICIO HEROICO DE ATANASIO GIRARDOT


FUENTE: HERMANO FLORENCIO RAFAEL DE LA SALLE. El niño patriota. Eds. Librería Stella. Bogotá (Colombia), 1965. Pág. 40
La partitura musical del HIMNO A LA BANDERA DE COLOMBIA, de la autoría, letra y música, del maestro Carlos Vieco Ortiz, es la siguiente:

FUENTE: EDITORIAL STELLA. A cantar. Eds. Stella. Bogotá (Colombia), 1971. Páginas: 268 y 269




[1] Esta estrofa hace mención al patriota colombiano, el capitán ANTONIO RICAURTE LOZANO (Villa de Leyva, 10 de junio de 1786 - San Mateo, Aragua, Venezuela, 25 de marzo de 1814), quien tomó parte del ejército libertador que llevó Simón Bolívar para la independencia de Venezuela, entre 1813 y 1814. Bolívar dejó al joven capitán custodiando, con un pequeño piquete de 50 soldados, el polvorín resguardado en la hacienda grande de San Mateo, de propiedad de la familia Bolívar. El Gral. Español Francisco Morales noticioso de este hecho invadió la hacienda con fuerzas realistas. Ricaurte al percatarse de esto despidió a sus soldados y se escondió en la casa grande. Esperó que la hacienda estuviese llena de españoles y disparó a la pólvora del parque de munición. La casa voló con Ricaurte y los españoles. De esta manera se inmoló el valeroso neogranadino por la independencia de Venezuela. El HIMNO NACIONAL DE COLOMBIA, lo menciona en su estrofa undécima, así: Ricaurte en San Mateo/ En átomos volando/ Deber antes que vida / Con llamas escribió.

[2] Esta estrofa alude al sacrificio heroico del también patriota colombiano, ATANASIO GIRARDOT (San Jerónimo, Antioquia, 2 de mayo de 1791 - Cerro de la hacienda Bárbula; Naguanagua, Carabobo, Venezuela, 30 de septiembre de 1813). El historiador venezolano Torcuato Manzo Núñez registra así el hecho: Este valeroso granadino fue alcanzado por una bala enemiga cuando colocaba su bandera en el topo de uno de los cerritos que hay en el terreno del combate. El sitio done cayó Girardot no es el mismo en donde hoy está la estatua. Esta se puso allí para hacerla más visible. Girardot cayó en la cima del cerrito que está frente al actual barrio La Cidra. Allí estuvo hasta 1929 una loza indicadora del suceso. MANZO NÚÑEZ, Torcuato. Historia del Estado Carabobo. Ed. Talleres Italgráfica. Caracas (Venezuela), 1981. Pág. 77.

Atanasio Girardot se inmoló por la libertad de Venezuela el 30 de septiembre de 1813, en el cerro venezolano del Bárbula, Estado de Carabobo. El HIMNO NACIONAL DE COLOMBIA también alude al sacrificio de este valeroso héroe de la libertad de América, en la estrofa tercera, así: En Bárbula no saben/ Las almas ni los ojos/ Si admiración o espanto/ Sentir o padecer/. 

HIMNO AL ÁRBOL



HIMNO AL ÁRBOL

-CORO-
El árbol es un símbolo su altivo tronco encierra
La casa, el lecho, el trono, la cuna, el ataúd.
Y de su propia entraña cual áncora sublime,
Formó divina mano la redentora cruz.

-1-
Hombres: amad el árbol, fue vuestro magno abrigo;
Fue la primera barca sobre el río y el mar.
Puente, atalaya, hoguera, contra el tigre enemigo,
Pasto del horno ardiente y lumbre del hogar.
-2-
Niños, amad el árbol, es fuerza y armonía,
Es un bello gigante que ríe bajo el sol.
Con sus abiertos brazos en el cristal del día
Palpita entre los vientos con musical temblor.
-3-
Al árbol le debemos cuidados y cariños,
Alegre camarada de la primera edad.
Con él triunfarán siempre los juegos de los niños,
El árbol es misterio de amor y eternidad.
-4-
El árbol es belleza, miradlo en el boscaje
¡Qué juego de matices! ¡Qué triunfo del color!
Los cámbulos y acacias incendian el paisaje
Hay plata y nieve y oro sobre el triunfal verdor.
-5-
Baldón para quien hiera, del árbol el portento,
Prisionero encantado de celestial país.
Está en la tierra inmóvil, pero  es en su tormento
El hermano más dulce de Francisco de Asís.
-6-
Su copa de esmeralda destácase en la altura,
Allí cantan las aves bajo el sereno azul.
Y en sus esbeltas ramas de espléndida hermosura
Colúmpianse risueñas las hadas de la luz.


LETRA: Alfredo Gómez Jaime (Tunja junio 2 de 1878 // Villeta, agosto 21 de 1946)
MÚSICA: Daniel Zamudio  (Bogotá, agosto 28 de 1885 // Bogotá, julio 3 de 1952)

La partitura musical es la siguiente:

FUENTE: EDITORIAL STELLA. A cantar. Ed. Stella. Bogotá (Colombia), 1971. Págs. 72 y 73 

NOTA: Este es el himno colombiano al árbol. Fue declarado Himno del Ministerio de Educación Nacional. Más adelante publicaré el decreto en que fue adoptado.  NCA

sábado, 20 de junio de 2015

HOMENAJE AL MAESTRO MANUEL ANTONIO AVENDAÑO CASTAÑEDA


NOTICIA HISTÓRICA: Cualquier día del año de 1994, en alegre y amena tertulia con ese inolvidable amigo que fue el maestro MANUEL ANTONIO AVENDAÑO CASTAÑEDA, comentábamos sobre aspectos varios: música, los vallenatos de Carlos Vives, himnos, etc. Y en esas sonó por la radio, allá en su casa del barrio Santa Isabel (Bogotá), la hermosa y sentida canción del maestro Rafael Escalona Martínez, titulada JAIME MOLINA, en la versión de Carlos Vives. Al calor del bello cantar vallenato yo le dije:

-Maestro, le propongo algo… Si yo me muero primero, usted me compone una marcha fúnebre, al mejor estilo de la Marcha de Gounod. Y si es usted quien se marcha primero, yo le escribo un sentido poema In memoriam… ¿Le parece?
-¡Claro, don Nabonazar! Pero otra cosa… si usted se muere primero, me deja también su carro… ¡ja, ja, ja! Así sería siempre, eternamente recordado…
-Claro maestro, ja, ja, ja…


Los años pasaron y el inolvidable maestro Avendaño Castañeda se marchó a las regiones de la eternidad aquel 1° de abril del año 2009, a la edad de 75 años. ¡Qué duro era tener que cumplir aquella promesa, ofrecida al calor de una chistosa ocurrencia! Tardé años en reponerme y conseguir el necesario equilibrio emocional para poderlo acometer. Finalmente le escribí el poema prometido. Aquí está. Es una forma de hacerlo inmortal en las letras. Dios lo tenga en su santo reino hoy y siempre, inolvidable amigo y padrino de matrimonio. Amén. NCA

MAESTRO: MAUEL ANTONIO AVENDAÑO CASTAÑEDA
(Q.e.p.d.)
HOMENAJE AL MAESTRO MANUEL ANTONIO AVENDAÑO CASTAÑEDA
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

-I-
Manuel Avendaño fue el genio del piano,
El niño prodigio que al mundo asombró…
Un hombre menudo de ser soberano
Que en teclas sonoras laurel conquistó.

Nació en el hogar de Don Pedro Avendaño
Y de Guillermina, de sexto nació.
Perdió la visión por insólito daño
Empero la luz en su ser floreció.

Nació en Sogamoso, ciudad del acero
Y el sol, que deslumbra con limpio fulgor.
Las letras primeras cursó con esmero
En la capital que acunara su amor.

El más pequeñito en el noble colegio
Era Manuelito, su ser cautivó;
A los compañeros con límpido arpegio
De  prístinas risas que a todos les dio.

Un día al colegio llegó un visitante
Un gran personaje de lustre y valor.
¡Era el presidente! Con serio semblante
Manuel le dedica el discurso de honor.

Tocado en la fibra el sin par estadista
Lo abraza y lo besa con gran emoción…
¡Un millón de gracias! Le dice y palpita
El alma del niño de gran corazón.

Manuel va creciendo, su ser se desfoga,
El piano es su dicha, su gran ilusión.
En claustro jesuita se ciñe la toga
Del gran bachiller que se lanza a la acción.

Ingresa muy joven al Conservatorio
Donde su talento brilla como el sol.
Estudia abnegado, se ve su escritorio
Repleto de apuntes cual oro en crisol.

-II-
Manuel es modelo de estudio y sapiencia
Y todos lo imitan en la Facultad.
Sus dedos de oro muestran suficiencia
Tocando sonatas y fugas de Bach.

El joven estudia algo más de seis años
Y sale a luchar en la dura ciudad.
Toca en matrimonios, toca en cumpleaños
Se labra una fama ganada en verdad.

Un día Cupido llegó a su ventana
Y rosas galanas dejó en el portal…
Una chica hermosa cual fiel porcelana
Cautiva a Manuel en el limpio rosal.

Manuel y Teresa se casan, la vida
Da un giro en ascenso hacia la inmensidad…
Nacen cuatro niños, la unión bendecida
Da frutos radiantes de fe en mocedad.

Fue Martha primera, cual sueño adorado
Que alegra a la joven pareja ideal.
Y Fabio el segundo, llegó señalado
Como el estudioso de luz eternal.

Y Cristian Andrés, fue el amor de sus ojos,
Gracioso cariño de afecto filial…
Más Alba Mireya le adora de hinojos
¡Es rosa más dulce que un rico panal!

Manuel compra casa y adquiere ese piano
Que añora de joven, como un ideal…
Un piano alemán que al sonar en su mano
¡Resuena imponente con voz inmortal!

Ya tiene renombre en Colombia el pianista,
También organista y creador musical.
Manuel Avendaño la altura conquista
Con su arte armonioso de son celestial.

-III-
Los años pasaron los hijos crecieron
Manuel se hizo grande en la fama también…
La unión amorosa que ayer decidieron
Manuel y Teresa, dio fin con gran bien.

Y el gran organista siguió su destino
Ganando laureles, cumpliendo el deber…
El sabio maestro fundó con gran tino
Aquella coral de renombre doquier.

En su madurez conoció Manuelito
Una chica dulce de suave querer.
Lucella Quintero, quien dio un pequeñito
De amar y dulzura, fue Diego Javier.

Los últimos años ochenta llegaban
A la casa grande de Santa Isabel…
Llegó un jovencito, su rostro bañaban
Grandes ilusiones de gloria y laurel.

Buscaba al maestro para que pusiera
En música el himno de un serio plantel.
Así se conocen quienes compusieran
Mil himnos de grado, colegio y vergel.

Llegados los años noventa el pianista
Le pide a este joven le ayude al hacer…
La Tesis que al sabio maestro permita
La licenciatura que aspira a obtener.

Así se conocen Manuel y el letrista
Con quien grandes obras surgen en tropel.
El Título llega y el sabio pianista
Logra un nuevo escaño cual alto escabel.

El noventa y siete trajo un desafío
Que juntos prometen con gloria vencer.
Hacer del Cesar un cantar hecho río,
Un canto que exprese esa tierra en su ser.

-IV-
El Himno al Cesar se escribió sin tardanza
Manuel le creó su melódica faz.
Se manda al concurso, donde la esperanza
Es grito de euforia y afán pertinaz.

Unánime dice el jurado en el texto
Del acta final: “Es el himno triunfal”…
Entre dieciséis, ganador sin pretexto
¡El sabio corona un laurel nacional!

La vida en sus vueltas dio un giro violento
Manuel viaja entonces a Valledupar.
Junto con el joven quien va muy contento
En pos de aquel triunfo, don Nabonazar.

Mauricio Pimiento es el gran mandatario
Quien da a los autores del Himno al Cesar…
El premio feliz cual honroso palmario
De amor a esa tierra de airoso cantar.

Así Manuelito pisó con grandeza
El mundo del triunfo con gloria inmortal.
Entró al historial del Cesar, la belleza
Del himno es corona de luz celestial.

Manuel se nos fue cual farol en la altura
Lleno de grandeza y virtud sin igual.
¡Dejó cinco hijos, su viva figura!
¡Dejó su legado de luz musical!

Su gran ascendiente jamás lo olvidamos
Tampoco esa obra de ser colosal.
Arreglos corales y un himno que amamos
Por ser de sus luces el hijo inmortal.

Más himnos doquiera de varios colegios,
Canciones y valses, sentir eternal…
¡Manuel recordamos, como sortilegios,
Tus muchas creaciones de acento marcial.

 -V-
Tus hijos te adoran, Manuel siempre amado
Y como abuelito fuiste sin igual…
Muy consentidor, el abuelo soñado
Por esos chicuelos de amor tan filial.

Con ellos cantabas rondas en el piano
También villancicos en la navidad.
Los niños miraban como de tus manos
Brotaban canciones con facilidad.

Jugabas con ellos como un pequeñuelo
Fuiste compañero de juego a la par.
Cantabas, reías, gritabas señuelos
Manuel esos nietos no te han de olvidar.

El padre creyente, católico nato
Que misas tocaba, muy tradicional…
Tú fuiste ese hombre de juicio sensato
Que siempre orientaba con fe hasta el final.

Tu piano en silencio repasa tu ausencia,
La estancia tus notas extraña a cual más.
Manuel, le pedimos a Dios dé clemencia
A tu alma consciente y te ofrezca su paz.

Tu obra se encuentra en tu archivo guardada
Colombia impaciente la anhela escuchar…
Tus hijos verán cómo desempolvada
Renace a la aurora cual sol tutelar.

Manuel Avendaño doquiera te encuentres
Imploro al gran Dios te dé paz celestial.
Y bañe tu rostro con luces de oriente,
Y ponga un lucero en tu ser colosal.

Jamás te olvidamos, tu nombre sonoro
Es límpida nota de gran majestad.
¡En el cielo hermoso tus manos de oro
Tocan el concierto de la eternidad!

Madrid (Cundinamarca)
Enero 11 de 2014