sábado, 29 de junio de 2013

ANATEMA BURGUÉS



Anatema burgués
…Eco de los batracios del dicterio
En el pantano clamoroso de la envidia…

José María Vargasvila – Libre Estética

Raza de víboras, raza maldita…
Géntula inmunda donde palpita
La sucia crápula de la traición.
¿Qué se han creído? ¿Jueces  acaso?
¡Pútridas gentes donde el fracaso
Se hizo veneno de frustración!

¿Se creen muy éticos? ¿Se creen perfectos?
¿Sol de virtudes? ¡Vómito infecto!
¡Maldigo el día de su nacer!
Maldigo a todos sus viboreznos…
¡Sangre fatídica donde el veneno
Palpita espléndido con más poder!

¿Por qué irrespetan a los ya muertos?
¿Por qué el escándalo de sus entuertos
Lanzan al aire como vil hiel?
¡Muéranse todos, gente ominosa!
¡Parta su lengua tan venenosa
Aquella clava que mató a Abel!

Miren primero sus mil errores
Los desaciertos que son horrores
En su conducta y en su decir…
¡Heces pestíferas y virulentas!
Con sus acciones siempre violentas
Siembran discordias en el vivir.

Torpes las rosas de la cordura
Todas deshojan con la locura
Del “me parece”, del “yo escuché”…
¡Sus frentes hundan en el profundo
Estercolero  pútrido, inmundo
De la ignominia de que dan fe!

¡Maldigo el día en que nacieron!
Maldigo el rostro con que vinieron
Falsos, hipócritas, a saludar…
De Jesucristo los enemigos
Son ante ustedes dulces amigos
¡Miasma hediondísimo del lupanar!

Dudo que entiendan cuanto les digo
¡Siempre ignorantes, siempre mendigos,
Siempre en las márgenes del fiel saber!
Más solo quiero que esto comprendan:
¡No es arrebato, no es reprimenda!
¡Se acabó todo, lo pueden ver!

Cuando se muera la gente anciana
No iré al sepelio… ¡Bruja Morgana!
Ve y regocíjate porque es de ti…
Esta mesnada de malnacidos,
¡Recua asquerosa de resentidos
Que son tu corte, tiara y rubí!

Ya me despido con maldiciones
Para su casa donde hay horcones
En cada esquina, los cuales son:
Injuria fiera, Calumnia airosa,
Hipocresía que da su rosa
Y Falsedades del corazón.

Nabonazar Cogollo Ayala
El Yopal (Casanare), abril 30 de 2012

lunes, 24 de junio de 2013


HOMENAJE A DON DOMINGO MARTÍNEZ GONZÁLEZ
(Don Santo)
In memoriam

Mi padre fue amoroso como un bronce de campana
Que tañe en las alturas con un fino diapasón…
Mi padre fue aquel hombre que amó el hacha y azadón
Regando con sudores esta tierra soberana.

Mi padre es el semblante que ni muerto se amilana,
El viejo era de acero bien templado y socarrón…
Que nunca se rendía ante un problema o situación
Y siempre nos decía… ¡Mis muchachos, con más ganas!

Partió de cero un día, trabajando en la mañana
La noche lo encontraba con la firme decisión…
De hacer esa riqueza que su tierno corazón
Trocaba en abundancia en nuestra mesa calentana.

El viejo era un baluarte de principios y proclamas
Sus manos tan callosas tributaron su ración,
De límpido trabajo que hecho pan, hecho oración
Fundaron la familia que dio frutos en sus ramas.

¡Mi padre era Domingo y hoy sus voces nos reclaman
Con esa gran ternura que era miel hecha canción…
Diciéndonos: ¡Arriba! Que el futuro es decisión,
De recia valentía que conquista los mañanas!

Bendiga el Dios del cielo la grandeza de su alma
Que integra las regiones de la angélica legión…
En esta gran familia su alma es la inspiración
Que brilla deslumbrante como un sol que nos inflama.

Nabonazar Cogollo Ayala
Junio 24 de 2013
Madrid (Cundinamarca)




domingo, 16 de junio de 2013

TANTOS HIMNOS CONFUNDEN Y FOMENTAN DESUNIÓN E INDIVIDUALISMO EN LA CAPITAL COLOMBIANA


Por: Nabonazar Cogollo Ayala
¡No canten tantos himnos!
O se confundirán…
Con uno que se cante
¡La patria ganará!

(Copla popular colombiana)

En el año 2010 se escogió y estrenó el Himno del Concejo de Bogotá, el cual viene a engrosar la abultada lista de las obras hímnicas que tendrían que aprenderse los estudiantes y el público en general, en la capital colombiana.

Aparte del hermosísimo Himno de Bogotá Distrito Capital, que fuera escogido mediante concurso público en 1974, durante el gobierno local del Dr. Aníbal Fernández de Soto; en las dos últimas décadas algunas alcaldías locales han abierto concursos para escoger los himnos y demás símbolos (bandera, escudo, etc.) de sus respectivas localidades. Tienen himnos locales las localidades de Suba, Los Mártires, Rafael Uribe Uribe, Kennedy, Ciudad Bolívar, Bosa, Fontibón, Engativá, entre otras. Por cierto algunos de estos nuevos himnos son muy bellos y bien logrados, otros en cambio fueron elaborados con una estética pueril, intuitiva y casi escolar; producto quizás de la premura y deficiente investigación con que fueron hechos, en el afán por adoptar un himno y no quedarse atrás de las iniciativas en tal sentido de otras localidades.

Como si no fuera suficiente con tener himno distrital e himno de localidad, a algunos barrios les ha dado por adoptar su “himno barrial”. Tengo noticias de la existencia de los himnos de los siguientes barrios: Las Ferias, Policarpa Salavarrieta, El Tejar, La Perseverancia, etc. Aparte de himno distrital, himno de localidad e himno barrial… El cabildo distrital adoptó oficialmente en 2011 un himno propio… El himno del Concejo de Bogotá, en un hecho inédito en la historia de Colombia. A decir verdad es una obra musicalmente digna, la letra en cambio, dista mucho de la responsabilidad histórica que se le asignó, tanto por su fondo como por su forma.

Un himno al cabildo distrital (si era que se iba a escoger, lo cual no es del todo justificable en su intención emblemática, debido a la superabundancia de himnos) no podía dejar de evocar la gesta de la independencia nacional proclamada por el cabildo santafereño, el 20 de julio de 1810. Brillan enteramente por su ausencia alusiones al tribuno del pueblo, José Acevedo y Gómez; al primer alcalde bogotano durante la república, José Miguel Pey, quien también fuera presidente de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, con posterioridad a 1810; faltan alusiones al fusilamiento de la Pola, al diseño que los cabildantes de 1810 hicieron de la bandera bicolor capitalina, inspirándose para ello en la bandera imperial española, etc. En fin… El texto es muy contemporáneo en su contenido, quizás demasiado, lo que lo hace ser ahistórico y desligado por tanto del pasado del cabildo bogotano. Desde el punto de vista formal la métrica de sus estrofas es caprichosa y carece de musicalidad rítmica, lo que lo muestra de factura pueril y carente de academia y formación literaria. Veamos una breve muestra de esto último.

Con/ce/jo/ dis/tri/tal/ = 6+1 = 7 (heptasílabo)
Co/ra/zón /yor/gu/llo/bo/go/ta/no/= 10 (decasílabo)
Tra/ba/jan/do/con/es/me/roy/te/són/= 10+1 = 11 (endecasílabo)
Sué/ti/caes/la/voz/del/ciu/da/da/no/= 10 (decasílabo)
Yel/bie/nes/tar/del/pue/blo/su/ra/zón/= 10+1 = 11 (endecasílabo)

Así las cosas tenemos una estrofa polidactílica, en la que coexisten versos de 7, 10, 11, 10 y 11 sílabas respectivamente, en lo que vendría a ser una especie de silva o estrofa de versos métricamente irregulares. Tendría justificación formal en su propuesta si fuera estéticamente equilibrada y bien lograda, pero de hecho no lo es. Hay afirmaciones de notoria ingenuidad /Corazón y orgullo bogotano// Su ética es la voz del ciudadano/. Se echa de ver el uso cacofónico de un gerundio innecesario, por cierto.  El contenido de la estrofa que hace las veces de coro tiene un mediano valor discursivo, lo que es francamente deleznable es el envoltorio de palabras con que la autora, la Sra. Marcela Arandia Gaitán, lo expresó en cinco versos. Irregulares y ripiosos versos, la verdad sea dicha, con el perdón de la ilustre letrista. El mismo contenido se hubiera podido expresar en un clásico quinteto de diez sílabas (como es lo normal cuando se trata de himnos o peanes patrióticos). Un ejemplo podría ser el siguiente…

¡Adelante Concejo, en tu nombre
Se levanta la ilustre razón!
Bogotá es la ciudad donde el hombre
Palpitante construye el renombre
Del progreso en la honrosa nación.

Contrastan los tímidos e irregulares sextetos-lira (?) de las estrofas del Himno del Concejo de Bogotá con los imponentes y sonoros cuartetos decasílabos clásicos del abogado Pedro Medina Avendaño (q.e.p.d.), que constituyen el Himno de Bogotá D.C. La calidad literaria del himno capitalino es indiscutible y salta a la vista.  Hasta 1974 Bogotá tuvo un bello himno, debido a la pluma genial del poeta Luis Ernesto Ferro Collazos, obra ésta que por no ser oficial fue reemplazada por la actual obra hímnica Avendaño – Duque, pero pese a ello, las gentes viejas de la capital no lo han olvidado y aún los sobrevivientes lo recuerdan con cariño y se lo cantan a sus hijos, nietos y biznietos. Su coro sostenía lo siguiente:

¡Bogotá, Bogotá ciudad madre!
Es tu estirpe de regio blasón
De Colombia, la patria sagrada
¡Eres tú, Bogotá, el corazón!

Un verdadero portento de métrica y belleza literaria este antiguo himno capitalino, que ahora solo queda en los anales de la historia local y en las memorias de algunos nonagenarios y octogenarios. Bogotá se ha caracterizado por poseer himnos de indiscutible belleza formal y de contenido, a lo largo de su historia. La excepción quizás sea el desafortunado Himno del Concejo de Bogotá, que parece más hijo de la intuición y de tentativos palos de ciego, que de una sólida y madurada formación académica en estética y preceptiva literaria. Alguien dirá… No importa tanto si literariamente está bien concebido o no, lo que realmente importa es que en sus estrofas se diga lo que el Concejo de Bogotá es. A estas personas yo les diría lo siguiente: las cinco estrofas del Himno del Concejo de Bogotá (excluyendo el coro), expresan fundamentalmente las buenas intenciones de los cabildantes, en lo cual se redunda una y otra vez, con rápidas alusiones a la historia de la ciudad, tan fugaces y poco desarrolladas que casi no se notan. Veamos:

Estrofa I: Alude a la duma capitalina y se habla de paz, justicia y verdad.
Estrofa II: Hay una tímida alusión a la luchas de los antepasados por valores y principios.
Estrofa III: Se incorpora en el discurso el valor de la hermandad, en una nueva alusión tímida a los sabios del pasado y a los valores heredados de ellos.
Estrofa IV: Alude a la esencia del concejo distrital, a la que denomina dinámica y confiable.
Estrofa V: [Hay aquí un abrupto salto gramatical de persona. De una tercera persona singular en la que se venía desarrollando el discurso (él), se pasó sin fórmula ni puente de transición a una segunda persona singular (tú).] Se tutea al concejo en un apóstrofo exhortativo que recuerda su enlace histórico con el escudo de la ciudad, el mismo que Carlos I de España y V de Alemania le concediera a la ciudad, 10 años después de su fundación, en 1548.

Similares contenidos se hubieran podido expresar más puntualmente en estrofas con un tono más afirmativo, abierto y decidido. Un ejemplo clásico en octavillas pareadas decasílabas, podría ser el siguiente:
-I-
Aquel veinte de julio el cabildo
Ciudadano cumplió la reyerta…
Y los héroes abrieron la puerta
De una vida de libre existir.
¡Viva el pueblo! Gritaron las gentes
Congregadas en torno a la plaza
Y el gobierno juntista reemplaza
Al virrey quien se lanza al huir.





-II-
Dirigiendo el timón de la historia
El concejo sentó un nuevo sueño
En la patria de rostro abrileño
Cuyo ejemplo de libres siguió…
Y en la altura con vuelo seguro
Como un águila negra explayada,
Va alcanzando dorada alborada
De la paz que el ayer consagró.

-III-
El concejo es abierta tribuna
Donde el pueblo anhelante se expresa,
Donde el bien ciudadano encabeza
La virtud  del progreso local.
Los partidos construyen senderos
En amable ilusión por ver grande
A la bella ciudad que se expande
Orgullosa en la faz nacional.

-IV-
¡No hay disputa en su ser colegiado!
Pues la meta del bien las dirime…
Bogotá es esa luz que redime
El disenso en amable sentir.
Ante un amplio futuro expectante
Que se muestra de luces bañado
El cabildo construye confiado
La igualdad y la paz al vivir.

-V-
¡Adelante, concejo, al mañana!
Con sapiente actitud de grandeza
Pues verás la gloriosa cabeza
De la Atenas por siempre brillar…
Fulgurante rigiendo el destino
De Colombia, la patria adorada
Mientras tú trazarás la alborada
Del progreso con paso ejemplar.

Volviendo al tema central del presente artículo, cual es la superabundancia de himnos en la capital de la república, tenemos lo siguiente: ¿Se imagina el amable lector la confusión en un colegio distrital o privado de Bogotá, al momento de realizar una izada de bandera? No es difícil recrear la situación, el programa de izada de bandera diría algo así como… “Acto por el cual el colegio NN rinde homenaje a los símbolos patrios”:

Primero: Himno Nacional de la República de Colombia
Segundo: Himno de Bogotá, Distrito capital
Tercero: Himno de la Localidad.
Cuarto: Himno del Concejo de Bogotá.
Quinto: Himno barrial. (Si lo hay)
Sexto: Himno del Colegio. (Si lo hay)

Seis himnos o al menos cinco o cuatro, si el centro educativo carece de obra musical emblemática propia y otro tanto el barrio; cada himno con un promedio de duración entre 2,5 y 3,5 minutos. Esto daría mínimamente entre 20 y 25 minutos cantando himnos, lo cual es francamente antipedagógico y se presta más para el rechazo y el aburrimiento, entre las nuevas generaciones de niños y jóvenes; que para el afianzamiento de los valores patrios (nacionales, distritales, de la localidad, barriales e institucionales). De otra parte la confusión que se ha generado en materia del uso y reglamentación de todos esos himnos ya es grande. Por ejemplo: ¿Quiénes van a cantar el Himno del Concejo de Bogotá? ¿Los honorables concejales o además, los escolares y el público en general? ¿Es un himno dirigido solo a la duma distrital o además a la ciudadanía en general? Mucho me temo que la nueva obra hímnica capitalina carece de reglamentación clara, en términos de objetivo, cobertura y manual de uso ceremonial y protocolario. De otra parte, la existencia de himnos de localidad, minimiza y le resta importancia en materia de cobertura y unificación del sentir patrio distrital, al Himno de Bogotá. Por ejemplo: en los colegios de la Localidad de Suba se canta con prelación el Himno de Suba por encima del himno capitalino, desde su estreno y difusión en el año de 2008. Si se van a escoger himnos patrios en cada localidad… ¿Para qué se justifica entonces la existencia de un himno distrital? La superabundancia de himnos, que bien podríamos denominar hiperhimnia, no solo es inoficiosa y redundante, sino que genera confusión entre el público en general, porque tiende a desdibujar el sentimiento de identidad regional macro y a fortalecer el sentimiento de identidad regional micro. Todos los extremos son viciosos. Excelente lección de unidad de sentimientos patrios regionales nos lo dieron en 2002 los concejales del cabildo de Medellín (Antioquia), cuando ante la disyuntiva de escoger un Himno a Medellín, optaron por declarar como tal el mismo Himno Antioqueño, el 20 de febrero de 2002, con el ánimo de “fortalecer los ideales de región”. Postura ésta muy sensata  que construye y fortalece un ideal de región; no lo divide y lo vuelve a dividir hasta el límite mismo del absurdo, como viene sucediendo en el caso de Bogotá.  

Ya para concluir, tengo 25 años estudiando himnos patrios de Colombia y el mundo, no solo en castellano sino en varias lenguas, por lo que me considero himnólogo. Jamás he visto en todo lo que he estudiado hasta ahora que un concejo o cabildo municipal tenga un himno propio, que le cante como entidad gubernativa. ¡Esto es algo inédito para el caso del Himno del Concejo de Bogotá! Ha habido casos en la historia de concejos municipales que convocaron concursos para escoger el himno de la ciudad (como fue el caso del Himno de Santa Marta) o bien de todo un país (como fue el caso del primer Himno Nacional del Transvaal, en Sudáfrica) o del Cabildo de Caracas que en 1810 escogió el himno de la rebeldía contra España, a nombre de la ciudad, el cual posteriormente acabó siendo reconocido como Himno Nacional de Venezuela. Si vamos a tener un himno de concejo, qué bueno sería que se tratara de una obra estéticamente digna y bien lograda. No pretendo en ningún momento que se trate de un ejemplo a la manera del que se aquí se inserta, que solo se aporta a la manera de muestra didáctica. Sería sabio y sensato reglamentar el uso del nuevo himno del concejo de Bogotá y de todos los que ya existen, para que nuestros escolares capitalinos no se vean abocados a cantar tantos himnos durante un acto cívico. Y no solamente ellos, sino toda la ciudadanía en general. Podría ser introducir una reglamentación de uso de los himnos según el rango y categoría de cada uno, así:

1.    Himnos del orden nacional: Himno Nacional de Colombia.
2.    Himnos del orden regional y subregional: Himno de Bogotá, Himno de la localidad respectiva (si lo hubiere), Himno del Concejo de Bogotá, etc.
3.    Himnos del orden institucional: himno de la entidad educativa u otros del mismo rango.

De tal manera que cada vez se cante solamente uno en cada rango. Ahora bien, el Himno Nacional es de canto obligatorio e irrenunciable. Los himnos del orden regional podrían cantarse turnadamente. El año académico escolar cuenta con 40 semanas lectivas, distribuidas en 10 meses. Cada mes tiene al menos una celebración de izada de bandera, es así como en cada izada se podría cantar solamente un himno del rango regional y subregional. En la del mes de febrero se podría cantar el Himno de Bogotá, en la siguiente izada, correspondiente al mes de marzo, el himno de la localidad (si lo hubiere) y en la siguiente, la del mes de abril, el himno barrial (si lo hubiere). Cuando se dé el caso que el colegio no tuviere himno, entonces se podría cantar, además del himno nacional y el de Bogotá, el himno subregional respectivo. La idea es que no haya superabundancia de himnos para no convertir la izada de bandera en un acto tedioso y nada formativo, para nuestros niños y jóvenes. Ahora bien, en las izadas de bandera del 20 de julio (día de la independencia nacional), del 7 de agosto (día de la batalla de Boyacá) y del 6 de agosto (día de la fundación de Bogotá), el canto del Himno de Bogotá, luego de haberse cantado el Himno Nacional, sería obligatorio e irrenunciable. El decreto 064 (febrero 12 de 1993) expedido durante la alcaldía de Jaime Castro, tendría que ser reformado, porque dicho decreto obliga al canto frecuente del Himno Nacional y del Himno Distrital, al menos todos los lunes laborables de cada mes. Norma que poco se cumple en la actualidad, a decir verdad. Tendría que ser reemplazado por nuevo decreto, más amplio que diera cabida al empleo de otros himnos.

Lo que sí enfatizo es que no se deben seguir creando más himnos porque la confusión reinante entre la ciudadanía se incrementaría; además que el sentimiento regional de identidad se vería drásticamente mermado e invalidado.  

Madrid (Cundinamarca) junio 16 de 2013
nacoayala@gmail.com



sábado, 15 de junio de 2013

LAS DIEZ COSAS MÁS CURIOSAS E INSÓLITAS QUE COMO MAESTRO ME HAN DICHO EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS…




-1. Profesor… No tengo esfero, si quiere que le tome nota, deme uno… ¡Si no, no escribiré nada!
-2. Profesor… ¿Qué mi hijo escribe feo? Los médicos del dispensario escriben horrible y médicos son… ¿Entonces cuál es el problema?
-3. Yo no le hice la tarea que usted dejó hace 15 días, porque usted mismo no me la recordó ayer… ¿Así cómo quiere que yo le cumpla?
-4. ¡Los profesores no deben cobrar por su trabajo! Me parece el colmo que cobren por enseñarles a las demás personas…
-5. Debo todo el año de pensiones escolares… ¡Sólo los pago, si mi hijo aprueba el año, si no, no pagaré nada!
-6. ¡A mi hijo no le gusta escribir, él es así y siempre ha sido así! Válgale todo oral, porque al fin y al cabo, para ir a la universidad, no necesita tanto que sepa escribir o no…
-7. ¡Es absurdo que me pongan mala nota por no saberme las tablas de multiplicar! ¡Para eso se hicieron las calculadoras, los computadores y ahora las tabletas!
-8. ¿Para qué me va a servir aprender a escribir bien en la vida? Para eso los computadores traen corrector ortográfico y gramatical.
-9. ¿Para qué son los papás? ¡Para escuncharlos!
-10. Mi hijo es indisciplinado, patán y grosero…¡Así es él y ustedes me lo tienen que aceptar tal y como él es!

lunes, 3 de junio de 2013

VERITAS LIBERABIT VOS / LA VERDAD OS HARÁ LIBRES (Artículo pedagógico)


Eduquemos a nuestros alumnos en el amor y la adhesión a lo propio, no al extranjero. Enseñémosles  con nuestro propio ejemplo que la mejor lengua del mundo es aquella que desde niños aprendieron en el hogar de sus padres, la cual no tiene por qué involucrar extranjerismos innecesarios (anglicismos[1], galicismos[2], germanismos, italianismos, lusitanismos[3] etc.,). Involucrémoslos con la historia, la geografía y el legado espiritual y cultural de su propia comunidad socio-cultural. Es un abierto contrasentido que nuestros niños y jóvenes colombianos sepan más de EEUU y de Europa, que de su propio país. ¿Por qué razón ello se da así? Porque con los actuales medios de información masiva la presión cultural extranjera y extranjerizante es cada vez más fuerte y resulta duro luchar contra ella. Duro sí, pero no imposible. Una cosa es que el extranjero pretenda que somos poco menos que nada, al fin y al cabo tanto Washington como Londres, Paris, Ottawa, Berlín, Tokio, Roma y Moscú[4], defienden abiertamente sus propios intereses de expansión neo colonialista tanto política y económica,  como cultural y militar; y nos ven como fuentes baratas de recursos y materias primas. Las 8 grandes potencias del mundo se han dado la licencia de tomar determinaciones que nos afectan a todos, directa e indirectamente, como el exigir a nuestros gobiernos el incremento desmedido en las tasas de servicio públicos, por ejemplo, como una forma de garantizarles el pago del servicio anual de la deuda externa. Ello lo sabemos desde que finalizó la II Guerra Mundial en 1945, lo cual ha venido en franco y preocupante ascenso. Una cosa es que ello sea así, otra muy distinta es que nosotros lo aceptemos quieta y pasivamente, sin hacer nada al respecto. Y lo que es peor, que le enseñemos a nuestros amados niños y jóvenes a bajar la frente ante el extranjero, que nos niega en función de su propia afirmación, en función de su propia riqueza y opulencia.  En las principales ciudades colombianas hay colegios de bachillerato y primaria, que les enseñan a nuestros niños y jóvenes a idolatrar formas y manifestaciones culturales extranjeras, en detrimento de la cultura nacional. En muchos de esos colegios no cantan el Himno Nacional de Colombia sino el de Inglaterra, Italia o Francia, entre otros. El llamado bachillerato internacional (BI[5]) niega a nuestros muchachos de sus raíces, al obligarlos a estudiar exclusivamente la historia y geografía de EEUU, o de la potencia matriz del programa, independientemente del país del cual sean originarios los alumnos o en el cual se hallen. Jamás permitamos tales exabruptos. Nuestros niños y jóvenes colombianos serán de y para nuestro país, no para ir a engrosar las filas de obreros y manos de obra baratas en países del autodenominado primer mundo.  ¡Hagamos que nuestros chicos se identifiquen con lo propio, no con lo ajeno, que no se aviene tampoco con ellos! Nuestro amado Colegio tiene una legítima vocación nacionalista, constructora y cimentadora del ideal patrio. Una legitima vocación cristiana católica y humanista, que sienta las bases de la fe y la personalidad de nuestros niños y jóvenes. Sigámosles impartiendo una sana educación liberadora, no una educación opresora, en las nuevas formas de opresión que el mundo conoce y que se han venido cimentando en las últimas décadas. Como decía el apóstol Juan, el discípulo amado: Veritas liberabit vos (La verdad os hará libres). 

Nabonazar Cogollo Ayala
Madrid (Cundinamarca)
Junio 2 de 2013
República de Colombia




[1] Anglicismo: Extranjerismo tomado del idioma inglés.
[2] Galicismo: Extranjerismo tomado del idioma francés.
[3] Germanismos, italianismos y lusitanismos: Son extranjerismos tomados de las lenguas: alemana, italiana y portuguesa, respectivamente.
[4] Las sedes del poder político y económico de las 8 potencias del mundo, integrantes del Grupo de los 8 (G 8), todopoderosa asociación internacional de países que se auto arroga el derecho de tomar decisiones de índole planetaria.
[5] Bachelor International: Bachillerato internacional.