sábado, 21 de junio de 2014

EL ÁNGEL Y LOS JÓVENES Por: Nabonazar Cogollo Ayala

EL ÁNGEL Y LOS JÓVENES
Por: Nabonazar Cogollo Ayala

Dos muchachos entablaban una charla
A la luz del sol muriente de la tarde…
El crepúsculo doraba con alarde
De lumínica presencia aquella sala.
Y el recuerdo se tornaba en algazara
En gracejo vuelto risa y ocurrencia…
¡Cuántas cosas hizo pícara inocencia
Al calor de la aventura que alcanzara!
-¿Tú recuerdas?... dijo Octavio con premura
Aquel día que ensuciamos el tapete
Con el agua del servicio… ¡Qué deleite!
¡Tu mamá casi nos mata en su bravura!
-¡Uy fue bueno! ¡Qué aventura tan traviesa!
La supera aquella otra del garaje…
Cuando un día nos untamos con potaje
Al lanzarnos salsa roja y mayonesa…
Y seguían evocando mil diabluras
Los rapaces con acento divertido…
Risotadas resonaban al latido
Del vivir que cosas buenas asegura.
Más en esas que llegó… ¿Quién era este?
Un muchacho muy extraño y atrayente…
Se veía envuelto en luz resplandeciente
Parecía aquel lucero del nordeste.
¡Son las risas el destello de las almas
Que al vibrar cantan de Dios las maravillas!
Mas no obstante pueden ser  las habladillas
De lo malo que recuerda sus andanzas.

-¿Quién es este? ¿Cómo entró? ¡No hay puerta abierta!
-Tal no importa, dijo en tono convincente
El muchacho que al hablar alzó su frente
Como  el sol que nace al filo de la cuesta.
¡Nuestros padres son la luz de vieja aurora!
Troncos recios que al unirse dieron vida…
Al renuevo que cual rama florecida
Brota y crece hacia la altura en nueva hora.
¿Por qué hay burlas del trabajo y sufrimientos
Que causaron a mamá funestos hechos?
¿O se sienten investidos con derechos
De hacer daño con insanos sentimientos?
Soy un ángel, el lucero mañanero
Que visita con la luz de nueva ciencia
De los chicos del colegio la conciencia
En procura de los frutos del esmero…
Si hubo un día un hecho malo y traicionero
Que a los padres les trajera sufrimiento.
Mi deber es dar la luz del pensamiento
Recto y puro en el sentir de aquel renuevo.
-¡Ángel puro! Nuestra risa no era daño
Y tan solo pretendimos divertirnos…
Al recuerdo de esos hechos compartidos
Tiempo atrás, pasados días, mes y año.
Si al oírnos tú pensaste en cruel amaño
¡No tomaste en su sentido verdadero
Nuestra risa y carcajada! Ve primero
El auténtico sentir sin que haya engaño.
Jovenzuelo… ¡No pretendas engañarme!
Cual engañas a tus padres y maestros…
Con sentidos retorcidos y siniestros
¡Soy el ángel de la idea feliz gendarme!
Mil mentiras a tus padres sabes darles
Con maltrechas intenciones y conciertos…
Has gastado su dinero en los entuertos
De tus tantas travesuras azotables.


Mira un poco en tu interior, ve tu conciencia
Que te dice… ¡Ya no más! ¡No más mentiras!
El amor que en tu sendero te dio vida
Tú lo explotas a tu modo y conveniencia.
Sé, muchachos, que en las calles hay violencia
Hay peligros que  a los jóvenes incautos
Los persiguen procurando mentecatos
Que se dejen envolver en su apariencia.
Mil peligros las esquinas les deparan
Desde droga que ofrecida va al garete
Atrapando al jovencito que promete
Convertirse en vendedor de nueva cara.
Hasta el tráfico de armas callejeras
Que te ofrecen la bondad de las pandillas
¡Falsas vidas que prometen maravillas
Al muchacho que en los males persevera!
En las redes de internet males doquiera
Se consiguen sin cuidado ni premura…
Hay quien busca jovencitos en procura
De ofrecerles nueva droga que libera.
Otros más van fomentado el satanismo
O la trata de personas a otras partes…
¡Dios eterno! De los males hay baluartes
Que acechando van a jóvenes y niños.
¡Sí ángel puro! Lo tenemos bien sabido
En las redes no hallas cosas muy virtuosas…
Más nosotros no caemos en las cosas
Detestables que nos salen al camino.
¡Con la fe del Dios paterno y amoroso
Proseguimos el camino hacia la vida…
Aunque el mal que va acechando nos convida
Al abismo que se muestra pavoroso.
¡Pues muchachos! ¡Adelante decididos
En procura de un destino muy cristiano!
No se burlen de ese padre veterano
Que les traza un rumbo firme en el camino…
¡Con la frente muy en alto un gran destino
Hallarán entre los libros y la ciencia!
Cultivando con valores su conciencia
Como Cristo con amor les reconvino.

Y esto dicho el ángel se hizo fumarola
Y una estela luminosa fue a los vientos…
Los muchachos con un triste sentimiento
Se dijeron… ¡La verdad nos dio su ola!
¡Con sus voces de verdad en santa hora
Este ángel nos trazó feliz jornada…
¡Nunca más nos burlaremos de quien nada
Malo ha dado, pues es ser que nos adora.
De esta forma los muchachos nueva vida
Avistaron por el ángel al momento…
Y un magnífico y hermoso sentimiento
En el alma renació fortalecida…

Si del mundo nos acechan tantos males
Los valores del cristiano nos defienden.
La familia es árbol fuerte que propende
Por el bien hecho oración, hecho raudales.

Madrid (Cundinamarca)
Junio 13 de 2013




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